El domingo por la tarde las pequeñas y medianas empresas argentinas, de la mayoría de los rubros, se tomaron el más amargo de los mates con el anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, sobre la suma fija de $60.000 (a cuenta) que deben pagar las empresas a sus trabajadores.
Uno de los sectores que salió a rechazar la medida inconsulta fue el sector de la salud privada.
El presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (ADECRA) Jorge Cherro, advirtió que “en el corto plazo” podrían suspenderse los estudios programados, para que solo se atiendan urgencias, a raíz de las medidas económicas anunciadas.
“Con las últimas medidas económicas, estamos caminando hacia la destrucción de lo que queda del sistema privado de salud, que atiende a 7 de cada 10 argentinos”, sostuvo el dirigente.
Además, dijo que ese sector “salió de la pandemia con múltiples problemas, como falta de insumos y problemas de financiamiento”, algo que se agravó en los últimos meses.
En ese sentido, advirtió que la devaluación “provocó un aumento astronómico de los precios de los insumos y que incluso muchos de esos insumos desaparecieran del mercado”.
“Ahora, quieren que paguemos un bono de $60.000 a nuestros empleados y a la medicina prepaga le congelaron el aumento de cuotas por 90 días. A su vez, las prepagas están evaluando congelar nuestros aranceles, algo que no vamos a permitir, porque tiene que ver con lo que ya pagamos nosotros”, se quejó Cherro.
Por último, el empresario aseguró: “no queremos alarmar a la población, pero sí advertir. Si la situación actual se agrava, podríamos suspender todo lo que sea programado y apuntar a las urgencias. Y eso puede suceder en el corto plazo”.
Fuente: Noticias Argentinas.