¿Qué es lo que hace un artista en realidad?
Podríamos decir que el artista expresa su manera particular de ver el universo (lo que llamamos “cosmovisión”). Es así como enriquece la mirada del otro, y entonces ese otro (enriquecido con nuevas bellezas y nuevas verdades) renueva su entusiasmo por la vida.
Por eso nos gusta decir que “el arte sucede cuando un artista crea un mundo, e inventa un lenguaje para comunicarlo”.
¿Pero si un artista, además de “crear un mundo con su arte”, crea un mundo en serio?
Eso sucede cuando entra en escena Xul Solar.
Xul Solar es pintor, escultor, escritor, músico, astrólogo, esoterista, inventor y lingüista. Y a partir de todos esos conocimientos y habilidades, no se dedica solo a expresar su cosmovisión sino también a crear lenguas, astrologías, mitologías, filosofías, juegos (el panajedrez es el juego del Dios que crea el universo), músicas. Y además, pinturas.
Así llega a presentarse a sí mismo:
“Soy campeón del mundo de un panjuego que todavía nadie conoce: el panajedrez. Soy maestro de una escritura que nadie lee todavía. Soy creador de una nueva técnica musical, de una grafía musical que permitirá que el estudio del piano, por ejemplo, sea posible en la tercera parte del tiempo que hoy lleva estudiarlo.
Soy creador de una lengua universal -la panlingua- sobre base numérica y astrológica, que tanto contribuiría a que los pueblos se conociesen mejor unos a otros. Soy creador del neocriollo, lengua que reclama al mundo de Latinoamérica. Soy el director de un teatro que todavía no funciona…”
Xul Solar, el artista “versado en todas las disciplinas” (como lo elogia Borges), es el artista que se propone crear un mundo. Pero no metafóricamente.
“¡Oh! ¿Qué manos, qué llamadas, me llevarán al aire puro, al sol radioso y al satisfecho mediodía?
¡En esta lucha angustiosa me haré veterano; con mis manos, mis ojos y oídos ávidos, con mi ardiente e hirviente cerebro encontraré el camino; si no lo hay, si no hay país sin angustia para mí, todo yo, dentro de mis pensamientos, para mis hermanos, me haré un mundo!”.