Las adicciones siempre están a la orden del día y combatirlas es un camino difícil, pero necesario. Este flagelo no distingue edad, estratos sociales, diversidad cultural, no obstante deja consecuencias y hace estragos, muchas veces sin vuelta atrás, en la población más pobre.
Una de las voces que siempre es interesante escuchar es la del obispo Damián Bitar, de la Diócesis de Oberá, quien en el marco del Día Internacional en la Lucha contra el Narcotráfico y el Uso Indebido de Drogas, pone en manifiesto la problemática de las adicciones que afecta a la zona centro de Misiones y que tienen “complicidad” del poder político, económico, judicial y de las fuerzas de seguridad para seguir creciendo sin freno en la tierra colorada.
En una carta abierta firmada por Bitar y Equipo Diocesano de Pastoral de Adicciones de la Diócesis de Oberá se denuncia que “el imparable tráfico y consumo de drogas pone en evidencia, por un lado, la facilidad e impunidad con la que se mueven los ‘mercaderes de la muerte’, es decir, los grandes narcotraficantes, como así también quienes se dedican al narcomenudeo”.
Pero que este “fenómeno” no alcanzaría semejante dimensiones sin los importantes actores de la sociedad misionera que actúan como cómplices.
“No hay ciudad o pueblo, barrio o colonia, plaza, vereda o parada de colectivo, en donde no se encuentren adolescentes y jóvenes consumiendo drogas de cualquier denominación…Todos los vemos. De día y de noche. Consumo y venta. Venta y consumo. La droga de hecho, circula libremente. Su voracidad es ilimitada”, denunció Bitar.
Además, resaltó que las drogas cautivan en gran parte a niños y jóvenes que viven en situación de pobreza, marginalidad o indigencia, con
poca o nula escolaridad, habitan viviendas precarias, no trabajan y muchas de sus familias están heridas por las separaciones, la violencia y el alcoholismo”.
En ese sentido mencionó que la indigencia y las adicciones son un “combo que lleva a la esclavitud y al ‘descarte’ a cientos de muchachos y chicas de nuestros barrios, pueblos y colonias”.
En otro apartado, el padre Bitar criticó que el tráfico y consumo de estupefacientes muestra a las claras “el deterioro profundo del tejido social, la crisis ética y espiritual, la pérdida de sentido de la vida, la emergencia educativa, el individualismo consumista y, sobre todo las heridas profundas en la institución familiar. Sin familia, cae la principal barrera contra las drogas”, expresó el obispo.
Como recomendación, Bitar señaló que la clave está en “sensibilizar a toda la sociedad para que se involucre en la resolución de esta problemática construyendo en cada barrio, pueblo, colonia un ‘gran frente social’ que involucre a todos: organismos del Estado, familias, instituciones educativas, deportivas, religiosas y otros miembros de la comunidad, en el que se priorice la lucha frontal contra las drogas a través de un trabajo sostenido y perseverante en valores, prevención, asistencia, denuncia y rehabilitación a fin de lograr extirpar este cáncer social”.
Actividades
En el marco del Día Internacional en la Lucha contra el Narcotráfico y el Uso Indebido de Drogas, en la Diócesis de Oberá habrán actividades este lunes por la tarde.
A las 18, se bendecirá y habilitará la ampliación del Oasis de la Misericordia, el centro de abordaje de consumos problemáticos. Mientras que a las 19.30 el obispo Damián Bitar presidirá la Santa misa en la Catedral San Pedro de Oberá.
También se podrá seguir la transmisión en vivo a través del Facebook de la Diócesis de Oberá.