Las protestas por los problemas edilicios en las escuelas técnicas misioneras se están sucediendo como un efecto en cadena. A los reclamos encabezados por los alumnos de la EPET 1 de Posadas, Epet 39 de El Soberbio, Epet 51 de Puerto Iguazú, Epet 33 de Puerto Libertad y Epet 54 de Eldorado se sumaron este jueves los alumnos de la Epet 29 de 9 de Julio.
El centenar de estudiantes que asisten a ese establecimiento realizó una sentada pacífica afuera de la institución, en reclamo de un edificio propio y acorde a la formación técnica. Anticiparon que no volverán a las aulas hasta obtener respuestas formales de las autoridades educativas.
La protesta de los alumnos cuenta con el acompañamiento de los docentes. “La escuela funciona en un salón de usos múltiples que fue adaptado en 2018 con subdivisorias para las aulas. Se cuenta con solo cuatro baños, uno para varones con un mingitorio y un inodoro y otro para mujeres con dos inodoros que la mayoría de los días no funcionan porque hay problemas con el agua”, describió la preceptora Carla Ramírez en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Otras de las necesidades que plantean es la de un comedor, porque “parte de los estudiantes viven en el kilómetro 25, en Santiago de Liniers; otros en Picada Suiza en el kilómetro 28; y otros en un barrio muy alejado de 9 de Julio que se llama Inmaculada… a todos ellos les queda muy lejos asistir a la escuela. A la mañana salen de clases a las 11,45 y vuelven a ingresar a las 13, por lo que a muchos no les da tiempo para ir a sus casas a almorzar y volver a la escuela”, explicó.
También solicitan un portero porque en la actualidad la limpieza recae sobre los alumnos.
“La EPET tiene doce años de antigüedad, comenzó a funcionar en 2011 y desde entonces se pide mejoras edilicias y una sede propia. Tenemos a 40 chicos en un primer año en un Salón de Usos Múltiples (SUM) dividido con dos ventanitas y un ventilador que no funciona. La verdad es que los chicos la están pasando muy mal”, contó.
Taller bajo el árbol
Los alumnos no cuentan con un espacio de taller, “hay que sacar las mesas y sillas debajo de un arbolito que da un poco de sombra para poder utilizar algunas de las herramientas… tampoco todas porque el patio es desnivelado”, detallaron.
En este contexto, los docentes señalaron que “nuestra orientación es de maestro mayor de obra y lamentablemente nuestros egresados no tienen la práctica necesaria; el problema es la falta de espacios adecuados para el área del taller y de los mobiliarios”.