De la mano de alimentos y bebidas no alcohólicas, que en lo que va del mes ya subió 7,7%, la inflación se encamina a cerrar septiembre más cerca de los siete puntos que de los seis previstos semanas atrás.
El rubro que trasciende a todas las regiones y que más compromete a los sectores de menor poder adquisitivo alcanzó su alza más fuerte desde junio, lo cual refleja una dinámica inflacionaria muy alta todavía.
Un reciente informe de la consultora LCG, que relevó distintos productos y servicios, estableció que durante la tercera semana de septiembre los alimentos aumentaron 2,8% y, más temprano que tarde, esto impactará directamente sobre la curva de incrementos registrados hasta ahora en la canasta básica.
La de septiembre es la suba más alta en tres meses, concretamente 1,7 puntos por encima de la semana previa.
Más allá de los alimentos y de septiembre, ya pisando la etapa final de 2022 queda claro que durante todo el año la economía se fue quedando sin anclas inflacionarias.
Haber incursionado una y otra vez por medidas sin peso específico será parte de la explicación final de las causas de la aceleración de los precios que dejará a la inflación anual argentina en torno al 100%, un índice imposible de digerir.