Numerosos usuarios del transporte público de pasajeros manifestaron su malestar por el recorte de las frecuencias del Grupo Z con el inicio del receso escolar de invierno, y que genera importantes demoras en horarios claves, tanto para quienes se movilizan hacia o desde el trabajo. También afecta a aquellos que tienen intenciones de disfrutar de la variada agenda de esparcimiento por las vacaciones pero chocan con la realidad de esperas impensadas.
Las críticas fueron creciendo con el correr de los días de esta semana, cuando los pasajeros frecuentes pudieron comprobar que las demoras que tuvieron el lunes para abordar el colectivo no fueron una simple casualidad. Se repitieron las mismas escasas secuencias el martes y ayer, en especial en los barrios más alejados de la capital provincial donde opera el Grupo Z y que terminaban recargando las estaciones de transferencia en determinados momentos.
Los grupos de Whatsapp y redes sociales fueron los utilizados por la gente para criticar “la falta de razonamiento de quienes toman este tipo de decisiones, de bajar las frecuencias de colectivos y de autorizarlas”, dijo Román Gómez, vecino de Itaembé Guazú.
Resaltó que “los chicos en las escuelas están de vacaciones pero el resto de las actividades continúan y a pleno. No hay que olvidarse que tuvimos dos años con restricciones por la pandemia y la gente tiene que salir a trabajar. Si en 2020 y 2021 me decían que recortaban las frecuencias por las vacaciones de julio, lo entendería. Pero ahora? Cuando se reactivó todo, creció el número de personas que vinieron a vivir a Itaembé Guazú. No puede ser que tengamos que esperar más de una hora cuando antes había cada 15 o 20 minutos”.
Temas pendientes
Ramón González también contó su experiencia y dijo que “sigue existiendo el problema para recargar la tarjeta SUBE porque los kioscos y lugares donde cargábamos ya no tienen ese servicio porque no les rinde. Después anunciaron que íbamos a poder cargarla mediante la aplicación SUBI, pero intentamos y resulta que todavía está sin autorizarse, para eso hicieron toda una propaganda que lo único que hace es confundir más a la gente”.
La SUBI es una aplicación mediante la cual los usuarios podrían pagar el pasaje utilizando el teléfono, incluso fue presentada oficialmente dos veces en menos de diez días y debía quedar operativa el lunes 11 de julio. Pero hasta ayer no había comenzado a funcionar tal como se había anunciado.
González agregó que “la verdad que no se entiende lo que quieren hacer con el recorte de frecuencias porque complica. Se supone que hay un contrato de concesión donde el prestador gana, como debe ser porque nadie pone un negocio para perder, pero tiene que estar contemplado que habrá horarios en que no irá lleno al 100% e igual debe respetar los horarios, así tenga que ir vacío, no es un taxi o un remís. Hoy nos pasa que no tenemos la misma frecuencia y los choferes nos dicen que sólo reciben órdenes y que las quejas las hagamos con el inspector de la empresa”.
Con bronca e impotencia los pasajeros invitaron “a quienes deben controlar que vengan a las paradas de colectivos y verifiquen los horarios con los que se están manejando. Es fácil, los colectivos de los ‘Z’ son los que más incumplen, no puede ser que acá por el Hospital pasen cuatro coches de la otra empresa que va hasta Villa Cabello y de la otra ni aparece”, dijo Silvana Duarte, mientras esperaba colectivos sobre la avenida Cabred a metros de López Torres.
Romina Benítez también puso el foco en que “recortan las frecuencias por las clases, así dicen, pero a la vez no podemos salir con los chicos a pasear. Imagínese que tengo tres niños y ya me pasó el lunes de esperar más de 40 minutos para que venga el cole porque no pasó en el horario que debía estar. Los que toman decisiones deben entender que si invitan, hacen obras de teatro, actividades para los niños necesitamos que los colectivos funcionen correctamente para poder llevarlos sino que hagan sólo para la gente que puede ir en auto”.
No paró y embarazada se fracturó
Una usuaria de la Línea 01 UNaM, perteneciente a la empresa Don Casimiro, sufrió la fractura de un tobillo en la parada ubicada en calle Ayacucho y su intersección con Alvear, debido a que el colectivo en el que se trasladaba “sin esperar que se baje por completo avanzó”, según hizo constar en la denuncia policial que se radicó con posterioridad.
De acuerdo al informe policial, Agustina S. (19 años), gestante de 16 semanas y vecina del barrio Las Tacuaritas, cayó sobre una piedra que se hallaba en la vereda cuando se disponía a descender y habría sido ante la continuidad de la marcha del colectivo.
El hecho se produjo a las 17.48 del último sábado, según el reporte de la fuerza de seguridad, el chofer al percatarse de lo acontecido, estacionó su unidad una cuadra más adelante, descendió y le preguntó a la joven cómo se encontraba. En el lugar se hizo presente personal policial de la Comisaría Primera que requirió la presencia de la ambulancia y la lesionada fue trasladada al Hospital Madariaga.