Hace unas semanas atrás, el Ministerio de Salud de la Nación decidió eliminar la obligatoriedad del uso del barbijo en lugares cerrados, y delegó a las provincias la responsabilidad de elegir cómo continuar con la normativa en sus respectivas jurisdicciones.
Fue así que algunas jurisdicciones ya han liberado el uso de los cubrebocas en determinados lugares, como en el transporte o los espacios públicos. En el caso de Misiones, el ministro de Salud Oscar Alarcón descartó esta posibilidad de momento, y recordó que el barbijo seguirá siendo obligatorio en las escuelas y espacios cerrados.
De todas maneras, la vigilancia de la situación epidemiológica viene siendo mes a mes, por lo que algunos especulan con la posibilidad de que después de las vacaciones invernales, la provincia estudie eliminar su uso, al menos en las escuelas, al considerarlo “una barrera para la comunicación” entre el docente y sus alumnos.
“La mayoría de los aprendizajes son a través del lenguaje hablado, y el barbijo hace de barrera para la salida del sonido, no solamente en la calidad sino también en intensidad. Entonces afecta al docente, que tiene que forzar su voz, y al alumno también, que reciben ese sonido atenuado y distorsionado“, señaló la fonoaudióloga Natalia Zajaczkowski.
La especialista señaló que, si bien siempre hay que respetar las indicaciones de los médicos epidemiólogos, “hay que tener presente el problema que trae a nivel educación, aprendizaje, siempre hay que poner la salud primero, pero no es un dato menor esto“, dijo en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“El uso del barbijo en general trae una repercusión directa en el aprendizaje, no solamente en la lectura facial, sino todas las pistas de la cara que hacen a la comprensión del lenguaje“, señaló, y advirtió que de la misma manera, puede repercutir en la parte emocional del niño.
“Por ahí el alumno tienen vergüenza de preguntar dos o tres veces”, por lo que acaban quedándose simplemente con lo que llegaron a entender, ya sea que oyeron bien o no.
Controlar las afecciones respiratorias
Por otra parte, en esta época donde todos cuidados por afecciones respiratorias están más presentes que nunca, Zajaczkowski señaló que hay muchas personas que posterior a una de esas afecciones quedan con “secuelas” que pueden afectar su desempeño, por lo que recomendó acudir a los especialistas.
“En cuanto a lo que es audiología, otorrino y fono, es muy frecuente en la edad escolar los problemas de audición conductivos, llamados hipoacusias conductivas. Estos se dan por mocos o gripe, que traen pérdidas auditivas, que si bien se curan, mientras el paciente esté con esos cuadros presentará baja audición“, explicó.
“Esto quiere decir que tienen un problema auditivo que requiere control y medicación por parte del otorrinolaringólogo, para poder curarse y hacer que esa pérdida desaparezca. Las afecciones por toda la parte respiratoria, ya sea otitis, gripe, alergias, resfríos, todo eso se cura, pero si ese moco va al oído y no tiene un buen tratamiento del otorrino, tarda en curarse”.
“Nosotros siempre apuntamos a que si un niño que vive con espasmos o mocos durante los meses escolares, es muy importante el control y ver que tipo de opciones de tratamiento tiene para poder estar con la audición plena dentro del salón de clases“, cerró.