Las empresas de transporte público del interior del país le pusieron un plazo al Gobierno nacional para que solucione el problema de los subsidios y del combustible, de lo contrario comenzarán a suspender el servicio nocturno entre las 22 y las 6.
Gerardo Ingaramo, titular de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP) dijo al respecto que esperan una respuesta para el lunes: la situación “nos está llevando a tomar algunas decisiones a ver si esto se puede resolver de acá al lunes”, advirtió.
Los problemas son tres dijo en declaraciones a FM 89.3 Santa María de las Misiones: la escasez de combustible, el precio del combustible 30% más caro en el interior que en el Área Metropolitana de Buenos Aires, y el reparto de subsidios que beneficia al AMBA en detrimento de las provincias.
Esta situación provoca una diferencia de rentabilidad muy grande entre las empresas de AMBA, que reciben más subsidios, pagan gasoil más barato y tienen mayor número de pasajeros; con las empresas del interior que sufren todo lo contrario. Con el agregado de que el salario de los conductores debe ser igual tanto en Capital como en el interior.
Aclaró Ingaramo que “no es un paro” sino que “son situaciones que estamos analizando para paliar el déficit de las empresas del interior”.
“El análisis que hemos hecho es suspender el servicio nocturno de 22 a 6 en caso de que no se llegue a un entendimiento con las petroleras y no nos bajen el costo del gasoil. Nosotros pagamos más que en surtidores y eso que compramos a granel. No entendemos por qué este costo, no entendemos por qué el abastecimiento viene muy resentido, y nos está llevando a tomar decisiones que estamos esperando a ver si esto se puede resolver de acá al lunes”, advirtió.
Al respecto de los subsidios dijo que “están muy mal (el reparto), el miércoles hubo una reunión en la Comisión de Transporte de Diputados y se aprobó una presentación para una emergencia de todo el transporte del interior, donde los subsidios pasarían de 38.000 millones anuales de pesos a 59.500 millones”.
“Si esto se libera en tiempo y forma para la semana de 6 de julio no habría inconveniente para cumplir con los salarios dado que se firmó una paritaria, pero si no tenemos mayores fondos es imposible pagar en el interior”, aclaró el dirigente de los empresarios.
En mayo las empresas del interior acordaron con el gremio de choferes (UTA) igualar los salarios del interior con los de AMBA, pero con la condición de que la Nación mejore los recursos, cosa que ahora están reclamando.
“Lo solicitado por inflación son 70 mil millones pero 59.500 millones es un paliativo para seguir conversando”, dijo.
Enfatizó luego: “Lo que hay que hacer, y ya lo planteamos desde la Federación y diputados de distintos bloques, es una ley federal de transporte para que el año que viene podamos tener igualdad para todos en el transporte. No puede ser que en AMBA el pasaje vale 18 pesos, Santa Fe y Neuquén 70 pesos, en Mar del Plata casi 80, en Bahía Blanca 78 pesos”, se lamentó.
“La situación amerita que nos sentemos todos los actores, los gobernadores y que se distribuya un fondo equitativo para todo el país y que las tarifas sean iguales”, consideró el transportista.
En todo el país
Ingaramo dijo que, en caso de llegar a las medidas de fuerza, se aplicarán en todo el interior sin excepción: “Cuando evaluamos desde la FATAP hablamos con todas las ciudades, los prestadores de servicio, 14 mil unidades en todo el país, y decidimos que la medida se va a tomar en conjunto en todos lados”.
Se quejó, a la vez, por la falta de federalismo del Gobierno nacional: “También pedimos hacer un planteo en el Congreso para que equiparen el precio del gasoil de transporte del interior como AMBA. Discutimos siempre lo mismo, que AMBA tiene todo más barato”, dijo.
Agregó: “Si queremos un país federal tenemos que salir a reclamar todos lo que nos corresponde por derecho propio, somos habitantes de este país y queremos un trato igual, sino estamos pagando siempre más caro en el interior”.
“Queremos que de una vez por todas el transporte se estabilice, no queremos más todos los meses tener un problema, estamos permanentemente especulando si llegan los subsidios o no, si tenemos gasoil o no, o ver si compramos en estación de servicio o no”, se lamentó.
85% para AMBA y 15% al interior
De acuerdo con un relevamiento que realizó Chequeado sobre la base de datos que publica el Ministerio de Transporte, en enero de 2022 -último dato disponible y completo- el Área Metropolitana de Buenos Aires recibió el 85% del total de los subsidios al transporte, contra el 15% que recibió el interior. Se llega a este porcentaje al contabilizar la asistencia para el funcionamiento de los colectivos y, también, los trenes.
En 2021, el AMBA había concentrado el 79% del total de subsidios al transporte mientras que el interior había recibido un 21%. Esta proporción podría cambiar si se incluyeran dentro del cálculo las transferencias del Tesoro nacional a la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE), también conocida como Trenes Argentinos Operaciones, que gestiona servicios de cargas y de pasajeros en el país.
Estas transferencias no figuran dentro de los subsidios que publica el Ministerio de Transporte y, además, no se encuentran discriminadas por distribución geográfica. Sin embargo, se trata de un importante presupuesto para los montos que se destinan a subsidiar al transporte.
Sin subsidios el boleto tampoco costaría igual en todo el país
Rafael Skiadaressis, economista especializado en transporte de la Universidad de Buenos Aires (UBA), señaló que “por diversos criterios técnicos asociados a los costos del sistema (salarios de los conductores, extensión de la jornada laboral, cantidad de kilómetros recorridos, antigüedad de las unidades, gratuidades implementadas, entre otros) y la cantidad de pasajeros transportados por kilómetro recorrido, las tarifas de transporte no tenderían a un mismo valor de no mediar subsidio alguno”.
Sin embargo, sostuvo que la brecha entre las tarifas que se observa entre el AMBA y el resto del país sería mucho menor si mediare una distribución más equitativa de los subsidios.
Sin una ley federal que defina el reparto, seguirá dependiendo de la voluntad del Ejecutivo nacional.