De acuerdo al INDEC, el segmento de prendas de vestir y calzado fue el que lideró la inflación del mes de abril con un incremento del 9,9%, que sumado al 10,9% de marzo totalizó un 20,8% en el segundo bimestre del año. En este sentido desde el sector comercial de indumentaria manifestaron que la suba está relacionada con los precios internacionales récords en dólares de las materias primas, los insumos e incluso, un mercado no preparado ante las limitaciones de las exportaciones.
Conforme a un estudio de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) la pandemia cuadruplicó la inflación en todo el mundo y el algodón sube a un récord histórico, superando el 82% en los últimos 15 meses.
Además, sostienen que, en Argentina la ropa no es lo que más se encareció (abril 2016-abril 2022) el porcentaje de variación fue de 729,6%, en tanto los medicamentos marcaron 828,9% de aumentos y los autos 1109,8%.
Todo al precio
En este sentido, el comerciante del rubro indumentaria de Posadas, Fernando Vely explicó a PRIMERA EDICIÓN que “la ropa sube por factores extra, aparte de que estamos en un contexto inflacionario en el que todos los rubros están subiendo, que hacen que suba aún más”.
Entre los motivos que inciden en el precio actual, se encuentra el cierre de numerosos talleres durante la pandemia. “Los talleres estaban mayormente liderados por inmigrantes ya que el argentino no siguió con el oficio de corte y confección. Siempre lo llevaron adelante inmigrantes paraguayos, peruanos y bolivianos, estos últimos en mayor medida. Venían a la Argentina en búsqueda de trabajo y un tipo de cambio que les sirva, ahorrar y generar ingresos en una moneda que les permita estar mejor que en su país. Claramente con la pandemia y todo lo que acarreó, se cerraron muchos talleres, lo que generó el primer problema. Acá ahora, hay poca mano de obra”, explicó Vely.
Como segundo argumento al aumento, el empresario local expuso que el cierre de la importación perjudicó también. “Al no ingresar mercadería, se genera más trabajo para los talleres, aunque al haber mayor demanda, también suben los precios”.
El tercer factor que incide en el precio, de acuerdo a las observaciones de Vely es el aumento a nivel mundial del algodón, “que terminó subiendo el 82% y por otro lado los hilados, en el mes de abril aumentaron 12%. Obviamente que quien hace productos terminados tiene que pasar esos incrementos a sus costos. Todo es una cadena, sube el algodón, sube el hilado, sube la tela. Todo en la misma proporción. La materia prima en general está aumentando mucho”.
Además, remarcó que “nosotros no somos formadores de precios, los formadores de precios son nuestros proveedores. Hoy las marcas no fabrican, hoy las marcas comercializan y se terceriza la fabricación y al cortarse la importación, no hay productos de afuera que compitan con el nacional, entonces se cae en un mercado donde hay mucha demanda y poca oferta”.
A modo de comparación, contó que “en algunos rubros, por ejemplo las camperas, la prenda importada maneja otra calidad y escala. En Argentina, hay productos que no se fabrican, entonces también donde querés tener una variedad de productos, hay cosas que no las vas a encontrar en el mercado local”, cuestionó.
Al mismo tiempo que aclaró que con las limitaciones, “al ingresar menor cantidad se debe mantener con eso poco que se importa, la estructura de la empresa y obviamente, van a subir los precios”.
Una de las cuestiones que plantea Vely es que para bajar los precios se debe ampliar la oferta. “En un mercado donde hay mucha competencia, donde hay mucha oferta, donde no nos tenemos que estar preocupando por conseguir la mercadería sino cómo vender más, no se disparan tanto los precios. Hay pocos talleres, se corta la importación y tampoco se hace un trabajo progresivo y planificado. Antes de cortar la importación de un rubro te tenés que asegurar que eso que estás limitando se pueda fabricar en la Argentina, que se posea los insumos, la mano obra y la maquinaria especializada. Si cortás la importación y no lo fabricás, ese producto desaparece del mercado o entra muy poco a un precio muy alto”.
Así como las camperas, hay calzados que no se fabrican en el país, como las primeras marcas deportivas. “No es que no se pueda fabricar en Argentina, se puede todo, pero se tiene que contar con la firma que haga ese tipo de camperas o calzados, lo restringís no vas poder solucionarlo rápidamente. Hay que desarrollar el mercado interno y darle las herramientas”, remarcó.
En el caso de las camperas en particular, de la temporada de invierno 2021 a este año, las importadas aumentaron un 80% y las nacionales un 50% aproximadamente.
Otras incidencias
El comerciante Lisandro Leoni consideró que las peleas políticas como la falta de previsibilidad en el país son un fuerte incidente de la inflación. “Es una vergüenza o muy irresponsable el manejo de la política nacional, no se sabe el rumbo, que contribuye negativamente en el clima de negocios y también en el alza de precios. Porque todos quieren salvarse y por las dudas, suben los precios y ahí perdemos todos”.
Al mismo tiempo, remarcó al existir tanta inestabilidad y ruido político, “el empresario no sabe si invierte, si cierra o abre una sucursal o a qué precio tiene que vender, porque no hay rumbo. No hay una política económica nacional estable y definida”.