El ministro de Salud Pública, Oscar Alarcón, confirmó a PRIMERA EDICIÓN que Misiones permitirá a los residentes de esta provincia que viajen al exterior que a su regreso al país, en caso de dar negativo para el COVID-19 en el puesto de testeo del aeropuerto, puedan cumplir los siete días de aislamiento (contando desde la toma de la muestra del test al momento de ingreso al país) en sus respectivos domicilios.
Vale recordar que, aquellos viajeros que dan positivo al ingreso del país están obligados a cumplir aislamiento en un hotel en Buenos Aires y a realizarse un estudio de secuenciación genómica, ambos a cargo de los particulares.
Sólo 600 personas por día
El Gobierno nacional anunció este viernes (y ayer fue publicado en el Boletín Oficial) un régimen más estricto de frontera para tratar de evitar la llegada y circulación de la variante Delta.
A través de la Resolución Administrativa 643/2021, el Ejecutivo nacional no solo prorrogó el cierre de las fronteras para los turistas extranjeros hasta el próximo 9 de julio inclusive, sino que además redujo el cupo de ingreso al país de argentinos y residentes de 2.000 a 600 por día.
Este nuevo límite de 600 ingresos diarios comenzará a regir desde este lunes y se mantendrá hasta el 9 de julio, por lo que en esos doce días solo podrán regresar al país un máximo de 7.200 argentinos por vía aérea.
En cuanto a la medida sobre los días de aislamiento obligatorio para los que regresen del exterior, en el lugar donde determinen los gobiernos provinciales, se extenderá hasta el 31 de agosto.
Tres testeos por persona
Los argentinos y residentes que viajen al exterior deberán contar con un PCR negativo con no más de 72 horas para poder arribar al avión de regreso al país. A su vez, en el aeropuerto, se deben realizar una prueba de antígeno.
En el caso de dar negativo nuevamente y tener domicilio en Misiones, podrán continuar viaje hasta su domicilio donde deberán aislarse durante siete días, contando desde su llegada al país.
“El misionero que vengan del exterior podrá aislarse en su domicilio y será controlado por el Estado para que cumpla aislamiento estricto”, remarcó ayer el ministro Alarcón.
Quienes no respeten el aislamiento, podrán ser denunciados penalmente por violación a medidas contra epidemias y desobediencia a autoridad pública (artículos 205 y 239 del Código Penal), delitos para los que se establecen sanciones que van de seis meses a dos años de prisión por violación de medidas adoptadas para impedir la propagación de una epidemia, y con prisión de 15 días a un año por desobediencia a la autoridad pública.
Más severa y contagiosa
El Poder Ejecutivo fundamentó las nuevas restricciones para ingresar al país en la necesidad de evitar la llegada y circulación de la variante Delta.
“Es considerada Variante de Preocupación (VOC) por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el 11 de mayo de 2021, de acuerdo a varios estudios ha demostrado un aumento en la transmisibilidad, se estima que es 50 a 70% más contagiosa que la variante Alpha (Reino Unido), así como una reducción en la neutralización de anticuerpos”, salió ayer en el Boletín Oficial.
En la actualidad, esta variante fue identificada en 85 países, siendo India, Reino Unido e Irlanda del Norte los que mayor circulación presentan.
En el actual contexto epidemiológico de Argentina, el riesgo de introducción de nuevas variantes, aún más transmisibles, podría generar un aumento brusco y elevado de casos, lo que llevaría indefectiblemente a una mayor mortalidad.