
La amplitud de pruebas y preservar el derecho de defensa son dos ejes fundamentales de la instrucción de causas judiciales penales. En el caso de la joven de 29 años detenida el jueves 17 de junio tras la aparición de un bebé muerto en un contenedor de residuos en el barrio Cristo Rey de Posadas, el defensor oficial 4, Miguel Ángel Varela, solicitó que a la imputada por “homicidio” se le realicen nuevos estudios de su salud mental y que pueda participar un perito de parte.
El planteo fue elevado al juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, y busca despejar dudas psiquiátricas y psicológicas, pero también profundizar en caso que la detenida haya actuado bajo un brote o reacción violenta contra la criatura que parió menos de 48 horas antes del macabro hallazgo.
Vale remarcar que al expediente aún no llegaron las conclusiones de los primeros estudios practicados a la joven detenida. Estas pericias fueron realizadas por profesionales del Cuerpo Médico Forense pero en una instancia en la que la sospechosa aún no contaba con notificación de patrocinio legal, es decir fueron concretadas sin un defensor presente.
La imputación que se analiza sobre la responsabilidad de la empleada de una agencia de quinielas de la avenida López Torres, es la de haber cometido “homicidio agravado por el vínculo”, correspondiente al artículo 80 del Código Penal Argentino y que prevé pena de prisión perpetua.
Lo que ya forma parte de las actuaciones judiciales son los sumarios de la comisaría Tercera (Unidad Regional X) y los pasos dados por los investigadores de la Dirección Homicidios, que permitieron identificar, ubicar y demorar rápidamente a la presunta autora.
Los investigadores reconstruyeron, con un comprobante de pago de pañales, las filmaciones de cámaras de seguridad del supermercado que registraron el momento en que la mujer depositó en uno de los dos contenedores plásticos sobre el bulevar un bulto similar al que contenía la víctima.
En pocos minutos la joven de 29 años que había dado a luz a las 1.55 del martes a un varón en el Hospital Materno Neonatal fue hallada en una subagencia de quinielas de la avenida López Torres casi Buchardo, donde trabaja como empleada. También se precisó que la mujer reside con su madre y padrastro en uno de los edificios de la Chacra 32-33 y habría arrojado el cuerpo durante la tarde-noche del miércoles 16 de junio, luego de retirarlo del hospital con el “papel rosado” con su apellido.
La autopsia adelantó que la víctima fue ahorcada o estrangulada y se presume que con el mismo pañuelo que la mujer tenía puesto alrededor del cuello cuando fue descubierta.
Silencio, por el momento
Tal como lo adelantó a PRIMERA EDICIÓN hace una semana, el defensor oficial confirmó que aconsejó a la joven que no declare aún, que restan analizarse elementos en el expediente y que luego de ello podrá solicitar ampliar la indagatoria y dar su versión.
“Ante este tipo de casos hay que ser muy cautos y prudentes”, resaltó Varela y no soslayó que a la imputada le ampara el derecho de que su silencio no puede utilizarse tampoco en su contra.