En un contexto nacional marcado por el desfinanciamiento de programas clave como el Fondo Fiduciario del PROCREAR y el recorte del Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI), la provincia de Misiones mantiene firme su compromiso con el acceso a la vivienda. A través del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA), actualmente se ejecuta la construcción de 2.153 viviendas financiadas íntegramente con fondos provinciales.
Durante la apertura del período de sesiones ordinarias en la Legislatura, el gobernador Hugo Passalacqua presentó un ambicioso plan que contempla 10.000 soluciones habitacionales, educativas y sanitarias a lo largo del año. En su discurso, remarcó que Misiones encabeza el ranking de provincias con mayor número de viviendas entregadas con recursos propios y se ubica en el séptimo lugar a nivel nacional considerando también los proyectos financiados por el Estado nacional.
Una política pública sostenida
En 2024, Misiones entregó 501 viviendas en distintos municipios. Según el informe Tejido Urbano, esta cifra representa el 4,56% del total de unidades habitacionales adjudicadas en el país, posicionando a la provincia entre las más activas en materia de construcción y entrega de viviendas.
Además de las nuevas unidades habitacionales, el gobierno provincial impulsa el Plan Techo, con 3.500 intervenciones ya concretadas y otras 3.900 previstas. Este programa apunta a mejorar condiciones habitacionales específicas, como reparaciones estructurales y refacciones, y es ejecutado directamente por el Estado provincial.
Viviendas de madera: producción local y empleo
Otra iniciativa destacada es el proyecto de viviendas de madera, desarrollado en conjunto con Apicofom y el Banco Macro. El objetivo es utilizar materiales sustentables de origen local para fomentar la industria forestal, dinamizar la economía regional y generar empleo en el sector.
Desde el Gobierno provincial destacan que la ejecución de estas políticas a través del IPRODHA refleja la capacidad operativa y organizativa de Misiones. La continuidad de las obras, incluso en un escenario económico adverso, responde a una decisión política clara: garantizar el acceso a una vivienda digna para todas las familias misioneras.