El ministro de Prevención de Adicciones y Control de Drogas de Misiones, Roberto Padilla, analizó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones el trabajo que llevan adelante para tratar de hacer frente al aumento del consumo problemático en Misiones. “Con el Observatorio Provincial de Drogas detectamos las zonas que tienen mayor cantidad de población con problemas de consumo. Además de las ciudades con mayor densidad de población, estamos poniendo mucho foco en la zona norte. Por supuesto que es real la preocupación de los intendentes”, indicó.
Según remarcó, “buscamos trabajar fuertemente con la prevención, pero es cierto que la demanda de asistencia y abordaje es real y tratamos de generar capacidad instalada en los municipios… que funcionen dispositivos de primera escucha para esa primera contención que ayuda, orienta y baja el nivel de ansiedad de las familias”.
Padilla se refirió a los cambios que se dieron en los últimos años en materia de consumos problemáticos, “en 2020, cuando presentamos el primer informe del observatorio, eran muy aislados los casos de ludopatía pero en la actualidad son muchos los que vienen a buscar ayuda para controlar esta adicción a los juegos en línea”.
Recordó que Misiones es la única provincia que cuenta con una Secretaría de Estado de Prevención de Adicciones, tiene una infraestructura como el Centro de Prevención y Asistencia de Posadas y centros de día en algunos municipios como dispositivos con personal especialmente abocado a la temática.
Un quinto CEMOAS
Padilla anticipó que evalúan la apertura de un nuevo Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes (CEMOAS) en San Vicente, “nuestro desafío es abrir este nuevo CEMOAS en los próximos meses en esta localidad para trabajar la problemática de los menores en conflicto con la ley, normalmente este conflicto se da por la búsqueda de sustancias. Tenemos que trabajar la reinserción familiar, escolar y los cambios de vida”.
Para Padilla, “el CEMOAS es la gran oportunidad para que estos menores tengan la posibilidad de acceder a un tratamiento. En estos años, pasaron más de 1.250 menores por estos centros y muy pocos de ellos tuvieron que ir a la Unidad Penal IV, en cuyo ingreso se evidenció una baja del 70% en estos últimos cuatro años”.