Las reservas netas del Banco Central se encuentran en terreno negativo y ante un escenario de pérdida de divisas en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) en el segundo semestre, complejizan uno de los principales objetivos del Gobierno y tan ansiado por el mercado: la salida del cepo cambiario.
El Gobierno viene preparando el terreno para poder levantar las restricciones cambiarias. “Terminar con los pasivos remunerados. Terminar con los puts. Y convergencia de la inflación con la de devaluación en un entorno cercano a cero mensual”, posteó en redes el presidente Javier Milei en relación a las tres condiciones que se tiene que dar para levantar las trabas de acceso a la divisa norteamericana. Las dos primeras parecieran encaminadas y próximas a resolverse.
En cuanto a la inflación, por lo pronto las proyecciones del Relevamiento de Expectativas y Mercados (REM) del BCRA no vislumbran una inflación mensual siquiera en torno al crawling peg actual del 2% para lo que resta del año.
Pero también algunos analistas señalaban que sin reservas en el Banco Central, o sin fondos frescos que ingresen a engrosar las arcas de la máxima autoridad monetaria, iba a ser muy difícil poder establecer una hoja de ruta concreta sobre la salida del cepo, que es demandada por el sector privado para poder realizar inversiones y también para reactivar una economía que, por lo pronto, caerá un 3,5% este año de acuerdo a estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La acumulación de reservas que vos podes tener en este período no es la clave o no te alcanza para salir del cepo. Obviamente tenías que salir del nivel de US$ 11 mil millones de reservas netas negativo. Pero no es que con las reservas que puedas llegar a comprar puedas decir que está garantizado para salir del cepo a un tipo de cambio de intervención, no alcanza”, explicó a PERFIL María Castiglioni, economista de C&T. Y agregó: “necesitas reservas si pensás hacerlo a un tipo de cambio fijo o con un crawl”.
Salida del cepo sin acumulación de reservas
Luego de una gran perfomance en el MULC en el primer semestre por parte del Central, donde logró desde que asumió Milei adquirir US$ 17.000 millones, los próximos vencimientos que se acercan sumado a que los segundos semestres son de posición neta vendedora del BCRA en el mercado cambiario, más el declive de la liquidación de divisas limaron el nivel de las reservas netas, que volvieron a terreno negativo.
De acuerdo con el último Staff Report del FMI, para el tercer trimestre del año se espera que el Central venda cerca de US$ 3.000 millones en el MULC y en el último trimestre del año vuelva a comprar US$ 1.000 millones.
La nueva medida de intervención en el mercado contado con liquidación atenta con la acumulación de reservas, aunque aseguran en el equipo económico que no compromete las metas con el FMI.
Según estimaciones de economistas, los $2,5 billones que Economía adelantó busca esterilizar y con la brecha actual en torno al 40%, el BCRA debería renunciar a aproximadamente US$ 1.930 millones para volcar al CCL.
Pero también la media ayuda a la baja de la brecha y pavimentar el camino hacia la salida del cepo cambiario. El economista y director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), Leo Anzalone, comentó a Perfil que “el esquema monetario actual apunta a salir del cepo y que no haya pesos que puedan ir al dólar, generando una corrida”.
Y agregó: “la eficacia o no de la fase 2 la va a determinar el mercado, porque si le cree y baja la brecha de forma sostenida, y se sale del cepo sin problemas, el programa tendrá éxito”.
“La clave es el juego entre los dólares y los pesos”
Para el economista de ACM, Francisco Ritorto, una menor cantidad de reservas complejizan la flexibilización cambiaria.
“En el contexto actual estás eliminando pesos pero no comprando dólares, o a un ritmo menor. En otras palabras, la eliminación de pesos es razonable para evitar una corrida cambiaria a la hora de liberar, pero hoy en día seguís en terreno negativo de reservas y esto dificulta una acumulación que vimos en el primer semestre”, sostuvo el especialista a Perfil.
“Acá la clave es el juego entre los dólares y los pesos. El Gobierno está priorizando sacar pesos y cerrar la brecha. Las dos cosas. A la larga lo ven como más relevante. Ahora, la relación del tipo de cambio es una relación de pesos y dólares, tenés que lograr un escenario en el cual puedas generar dólares, tanto comercio exterior como financiero”, continuó en esa línea Castiglioni.
“Puede salir bien, si se tiene en cuenta los dólares del blanqueo, privatizaciones y la llegada de fondos frescos; pero esa situación subestima la conducta cultural de nuestro país, que es la búsqueda de cobertura, por lo que también puede salir mal”, dijo Anzalone en ese sentido.
Además de poder contar con dólares a través del blanqueo o con un nuevo desembolso del Fondo, es necesario generar un aumento en la demanda de pesos para no volver al punto de partida, aseguran los especialistas.
“Tendría sentido ver una suba de tasas con las nuevas LEFI (el instrumento del Gobierno para terminar con la emisión), tal vez volver hacia atrás y ubicar en TNA 50%, ya sería consistente con una tasa real positiva. No obstante, tal vez el Gobierno espera tasas reales por una continua baja de la inflación más que una modificación en la tasa”, expresó Ritorto. “Probablemente vayan liberando algunas trabas de acceso al mercado”, cerró Castiglioni.
Salida del cepo con o sin acuerdo con el FMI
Los economistas consultados por Perfil remarcaron que para salir del cepo es conveniente hacerlo en el marco de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Hace unas semanas, el propio presidente Milei en declaraciones a radio Mitre negó que esta posibilidad dependa del acuerdo con el FMI y por ende de un desembolso del organismo. En esas mismas declaraciones radiales, el mandatario sostuvo que la apertura del cepo dependía exclusivamente del control de la emisión de pesos, de “terminar de sanear el balance del Banco Central, exterminar todos los mecanismos de emisión de dinero”.
Sin embargo, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, previamente había deslizado que el acuerdo con el Fondo es “uno de los cuatro pilares que precisamos para levantar el cepo”.
En aquella conferencia de prensa del viernes 28 de junio junto al presidente del BCRA, Santiago Bausili, para anunciar la fase 2 del programa económico (el traslado de los pasivos remunerados del BCRA al Tesoro), el titular del Palacio de Hacienda reconoció que comenzaron a hablar con el organismo internacional en lo que sería un nuevo programa.
También aclaró que no hubo un pedido formal respecto a un desembolso extra del FMI pero, a su vez, sostuvo que un posible desembolso ayudaría para salir del cepo.
Si bien en ese entonces tras el anuncio el Fondo respaldó el traslado de los pasivos remunerados, y reconoció varios esfuerzos realizados por el Gobierno y elogió el sobrecumplimiento de las metas, todavía no se expresaron respecto a la decisión de intervenir en el CCL y genera incertidumbre en relación hacia un nuevo acuerdo con fondos frescos.
Es sabido que al FMI no le gusta que se intervenga el mercado cambiario a costa de la acumulación de reservas. El Gobierno espera que una victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos beneficie en un nuevo acuerdo con el Fondo y una posible llegada de dólares frescos.
El Banco Central, en rojo
El Banco Central sigue sin poder sumar divisas a sus arcas, este viernes registró un saldo neto vendedor de US$ 106 millones para abastecer la demanda en el mercado cambiario, con lo cual acumuló esta semana compras netas por US$ 105 millones. De esta manera, la entidad monetaria extendió la racha vendedora a dos ruedas seguidas luego del rojo de US$ 62 millones de la víspera.
La abultada venta se dio en un escenario de mejora del volumen operado en el segmento de contado que fue de US$ 393,384 millones, el más alto desde el 8 de julio último, pero también alta demanda.
Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, destacó que “vuelve a crecer la demanda en el MLC y obliga a BCRA a asistir con US$ 106 millones”. En ese sentido, fuentes del BCRA comentaron que en la jornada hubo “pagos de energía”.
A su vez, el stock de reservas brutas internacionales se ubicó el viernes en US$ 27.566 millones, el menor nivel desde el 27 de marzo último, con lo cual bajó US$ 42 millones respecto a la jornada previa. De esta forma, el monto de reservas brutas verificó una caída semanal de US$ 716 millones, principalmente por el impacto de un pago de un vencimiento con el FMI por unos US$ 640 millones. Y en lo que va del mes caen US$ 1.456 millones.
En ese marco, los analistas de la consultora PPI estimaron que las reservas netas -calculadas bajo la metodología internacional del FMI- son negativas en alrededor de US$ 6.000 millones. Según su visión, ese stock “hace lucir poco creíble las declaraciones de que el BCRA esterilizará $2,5 billones en el marco del plan de shock monetario que lanzó el Gobierno el fin de semana”.
Ese plan dispone que los pesos emitidos por la compra de divisas en el mercado cambiario oficial serán esterilizados por el BCRA a través de la venta de dólares en el mercado financiero.
Los analistas auguran un panorama complejo hacia adelante al advertir que la contracara del plan de shock de Caputo es que se ralentizará la acumulación de reservas en un segundo semestre, donde también juega en contra la estacionalidad, y bajo la liquidación de divisas. La dificultad de acumular reservas es motivo de preocupación en el mercado y una de las causas que impulsó la escalada del riesgo país hasta casi 1.600 puntos, y que refleja las dudas de los inversores sobre la capacidad de pago de los vencimientos de deuda a partir de 2025. Antes de anunciar este plan, el Gobierno estimaba que en el tercer trimestre espera perder unos US$ 3.000 millones en reservas, producto de la habitual baja estacionalidad del ingreso de divisas.