En su discurso en la madrugada del 9 de julio pasado en Tucumán, el presidente Javier Milei argumentó cada uno de los puntos firmados con los gobernadores (entre ellos el de Misiones, Hugo Passalacqua) dentro del Pacto de Mayo.
Al llegar al uso de los recursos naturales, el primer mandatario argentino criticó que no se estaba haciendo el uso que debería de ellos, porque “…los políticos han escuchado más la demanda de minorías ruidosas y organizaciones ambientalistas financiadas por millonarios extranjeros, que las necesidades de prosperar que tienen los argentinos”.
A su vez, anticipó que “nosotros venimos a cambiar eso, a dejar atrás la demagogia buenista que condena a la miseria a millones de argentinos para tener el beneplácito de unos pocos acomodados. La naturaleza debe servir al ser humano y a su bienestar; no a la inversa. Los problemas ambientales tienen que poner en el centro al individuo, por eso el principal problema ambiental que tenemos es la pobreza extrema. Y esto solo se soluciona si aprovechamos nuestros recursos”.
En las últimas horas, 58 ONG ambientalistas (como Fundación Vida Silvestre Argentina; Aves Argentinas; Conciencia Solidaria; Hora de Obrar; Banco de Bosques; Fundación Biodiversidad Argentina; entre otras), emitieron un duro documento al que accedió PRIMERA EDICIÓN, en el que sostuvieron que lo pactado por los gobernantes argentinos “va a contramano del mandato constitucional, que garantiza a todos los argentinos el derecho a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano, y que establece el deber de las autoridades a proveer a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica y a la información y educación ambiental”.
“Las afirmaciones del Presidente suponen, además, un mundo que ya no existe”, criticaron para fundamentar que “la inserción del país en el escenario internacional implica una mayor responsabilidad en términos sociales y ambientales, debido a los requerimientos y obligaciones establecidos en acuerdos bilaterales y en tratados multilaterales y a los requisitos para acceder a membresías de grupos de países. No es posible pensar hoy el desarrollo de un país sin considerar la huella social y ambiental del aprovechamiento de los bienes que éste ofrece al mundo”.
Además indicaron que “el Pacto de Mayo firmado en la Casa Histórica de la Independencia en Tucumán debe marcar un camino en favor de la concordia y la unidad nacional y dejar de lado enemistades innecesarias. Lamentablemente, la mención a las ‘minorías ruidosas’ y la calificación de las organizaciones ambientalistas como adversarios del progreso marca un rumbo equivocado en tal sentido. Los defensores del ambiente en los territorios juegan un papel clave en la protección del suelo, el agua, la biodiversidad, los bosques nativos, los glaciares, los humedales, los ríos, el mar, las turberas, los acuíferos, las montañas, los paisajes, los valores culturales y la naturaleza. Sin estos ecosistemas, sin ambiente, no hay progreso posible”.
Las ONG firmantes advirtieron que “a 40 años de la recuperación democrática y a 30 años de la última reforma constitucional, Argentina necesita un pacto social y ambiental. Pero no cualquier pacto, sino uno que proponga vivir en armonía con la naturaleza y que nos lleve a un verdadero desarrollo, que contemple a las generaciones presentes y también a las generaciones futuras que heredarán nuestro país y nuestro planeta”.
“En este marco, reclamamos a las autoridades nacionales y provinciales que se garantice a todos los argentinos su derecho constitucional a un ambiente sano, que se respete y aplique la normativa ambiental vigente, y que se asegure el acceso a la información y la participación ciudadana en materia ambiental”, finalizaron.
Respuesta-organizaciones-al-discurso-del-presidente-MIlei-y-Pacto-de-Mayo-10-de-julio (1)Tras conocerse el documento crítico al punto sobre recursos naturales del Pacto de Mayo, habló el director Ejecutivo de Fundación Vida Silvestre Argentina, Manuel Jaramillo.
En entrevista con FM de las Misiones 89.3 y Canal 9 Norte Misionero, el ambientalista (que vivió en Iguazú durante varios años en los que prestó servicios para FVSA en su proyecto de preservación de la Selva Paranaense) sostuvo que “básicamente es un poco una crónica anunciada, allá por marzo ya se anticipaba esta preocupación con el concepto de explotar recursos naturales, una palabra que ya está bastante desactualizada aún en los sectores más productivistas, que al menos la maquillan de ‘utilización sustentable’ o ‘gestión responsable'”.
“A esta altura ya no sorprende, acostumbrados al histrionismo de nuestro presidente, también para generar un poco controversia y poner a unos contra otros”
Más allá de ello, Jaramillo ejemplificó que “la pesca argentina ha tenido un escaso control y cada tanto tenemos crisis en el sector pesquero; la región chaqueña se deforesta a un ritmo de unas 150 mil hectáreas por año y yo no veo a las personas que viven allí rebosando de desarrollo, riqueza y beneplácito; en la región patagónica se explota fuertemente los combustibles fósiles y no se ve un reverdecimiento de la vida de las personas, todo lo contrario. Entonces, que nos vengan a correr con que el problema de la pobreza es por la falta de desarrollo por presión de las organizaciones ambientales, la verdad es que pareciera que estamos poniendo la pelota ya no fuera de la cancha, sino en otro partido, en otro estadio“.
“Las veces que se ha implementado la flexibilización de las normas ambientales y sociales han sido más en beneficio de unos pocos, de estas minorías que menciona el presidente, más que de la sociedad en general”.
Respecto al impacto que podría tener el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) en la provincia, Jaramillo se esperanzó en que “conociendo la historia de Misiones, su compromiso con el ambiente y con la sustentabilidad, confío en que las estructuras, tanto públicas como privadas, van a promover un desarrollo que realmente respete las tres patas de la sustentabilidad, eso quiere decir no solo la económica, sino también la social y la ambiental“.
“Misiones tiene todavía, afortunadamente, muchísimo para desarrollar de manera sustentable y creemos también en el compromiso de los misioneros. Ojalá las inversiones que puedan llegar a Misiones, en el marco del RIGI y en otros marcos, realmente sean respetuosas de todos estos valores que los misioneros han sabido defender durante mucho tiempo y que seguramente no están dispuestos a ceder aun en estos momentos de crisis y necesidad en los cuales todo el país está inmerso”, opinó.
“Misiones tienen una oportunidad de mostrar al país que se pueden desarrollar mecanismos de inversión que sean respetuosos del ambiente, de las personas, y que generen este triple impacto positivo que realmente todos buscamos para alcanzar un verdadero desarrollo”
Por último, se refirió a la posibilidad de recurrir en último extremo a la vía judicial, teniendo en cuenta que “nuestra Constitución Nacional nos asegura a todos los habitantes el derecho a gozar de un ambiente sano y equilibrado, pero también nos deja ese deber de cuidarlo y protegerlo. Así que en esa línea vamos a estar trabajando en todos los niveles necesarios para que este tipo de discursos anacrónicos -que aparte son contrarios hasta contra los verdaderos modelos de desarrollo- dejen de ser noticia. Y que la noticia sea que hemos articulado entre todos un proceso de diálogo, de consenso, de construcción, de desarrollo que no deje a nadie atrás y que sea inclusivo para todos los sectores de la sociedad”, sentenció Jaramillo.