Finalmente luego de varios intentos fallidos, comenzó el debate contra dos policías pertenecientes al Comando de El Soberbio, quienes están acusados por el crimen de Reinaldo Andrade (37). Si bien no declararon formalmente en el inicio del juicio, sí uno de ellos se dirigió al Tribunal respecto al hecho.
A las 8.30 se abrió la audiencia presidida por el magistrado Francisco Aguirre y secundado por los vocales Horacio Paniagua y Jorge Erasmo Villalba (subrogante).
Al momento de ceder la palabra a los acusados, Matías Lohn (34) dijo que por el momento no iba hablar, pero sí pidió disculpas a la familia de la víctima, puesto que no tuvo intención de matar a Andrade. Boges en cambio guardó silencio.
En la primera ronda de testigos declararon vecinos de la zona de Paraje San Ignacio, a unos siete kilómetros del casco urbano de El Soberbio. Uno de ellos mencionó haber dialogado con una persona que le habló en portugués, quien le pidió permiso para pasar por su chacra. No pudo reconocer quién era puesto que le habló con la ventanilla a medio bajar. Tampoco recordaba qué tipo de vehículo era.
También declaró un amigo de la víctima, quien mencionó que ese día lo esperaba para comer un asado. El dato importante es que nadie dijo haber visto o escuchado una persecución por la zona. Cabe recordar que eso fue lo que dijeron los acusados en la etapa de instrucción, acerca del seguimiento que hacían al vehículo de un presunto contrabandista.
También se escuchó la testimonial de quien era jefe de los imputados. Relató que ese 13 de noviembre de 2019 Matías Lohn lo llamó desde su celular para avisarle que había ocurrido un accidente con otro vehículo.
Dijo que cuando arribó al lugar vio un automóvil en un barranco pero debido a la distancia a la que se encontraba no sabía que había una persona muerta en su interior.
Luego, se fue del lugar para informar del hecho a su superior, puesto que en ese lugar su teléfono no captaba señal.
La audiencia pasó a un cuarto intermedio para hoy, donde proseguirán los testimonios. Se aguardan al menos sietes testigos, entre ellos familiares de Andrade y peritos obrantes en la causa.
La víctima murió de un tiro en la cabeza, el cual salió del arma reglamentaria de Matías Lohn.