El lunes 13 de noviembre, hace una semana, se cumplieron cuatro años de la persecución policial con desenlace fatal de Reinaldo Andrade en el paraje San Ignacio, en la jurisdicción de El Soberbio. El debate oral ante el Tribunal Penal de Oberá tuvo como primera fecha de juicio oral el pasado 25 de octubre pero la renuncia de un defensor provocó el cambio drástico de agenda y se reprogramaron las audiencias a partir del próximo miércoles.
Matías Lohn (34) está acusado como presunto autor de “homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad, agravado por el uso de arma de fuego”, mientras que Fabio Boges (27) “partícipe necesario del delito de homicidio calificado, por ser integrante de una fuerza de seguridad, agravado por el uso de arma de fuego”. Ambos fueron apartados de sus funciones públicas desde el mismo día que se conoció el hecho y fueron detenidos como sospechosos.
El Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente elevó el expediente al TP-1 de la Segunda Circunscripción Judicial luego de que la Cámara de Apelaciones en lo Correccional y de Menores confirmara la imputación contra los acusados, hecho que había sido apelado por los defensores Hugo Daniel Zapana y Martín Federico Tilli.
La defensa sostiene que lo ocurrido en El Soberbio fue un “homicidio culposo” y no “doloso” como planteó la elevación a juicio del juez de Instrucción de San Vicente, Gerardo Casco.
Aniversario
El crimen se registró el 13 de noviembre de 2019 por la tarde, luego de una supuesta persecución a contrabandistas, según la primera versión del caso desplegada por los efectivos de la Unidad Regional VIII. Según se supo oportunamente, alrededor de las 18 de ese día los dos se encontraban de forma encubierta vestidos de civil en un Ford Focus, cerca de una estación de servicio de la ruta costera 2, cuando observaron el paso de un Volkswagen Gol Trend gris.
Según la hipótesis trascendida en un primer momento, los ocupantes se percataron que los que estaban en el Focus en la gasolinera eran policías.
Por este motivo habrían acelerado e ingresaron a un camino de tierra en el paraje San Ignacio, a unos siete kilómetros del casco urbano de El Soberbio, para intentar despegarse de los efectivos. Ya en plena persecución, sostiene la versión policial, el Focus recibió un disparo desde el Volkswagen Gol en el que iban tres ocupantes, el que conducía era Reinaldo Andrade.
Los policías sostuvieron que vieron que alguien desde el Volkswagen los había apuntado con el arma. Por ello usaron el arma reglamentaria y también dispararon. Uno de los impactos le dio en la cabeza a Andrade y lo mató en el acto.

Los otros ocupantes de 29 y 30 años resultaron con lesiones leves producto del despiste del Gol.
El testimonio de ellos será clave en el debate. Un tercer vehículo habría sido parte de la persecución, se trata de un Volkswagen Voyage que fue hallado varios kilómetros más adelante totalmente incendiado.
Al estar involucrados efectivos de la Policía en el caso, la investigación estuvo a cargo de personal de Gendarmería Nacional.
Incautaron un revólver calibre 38 y un pistolón cerca del Volkswagen Gol, y las armas reglamentarias de los efectivos, según se informó oficialmente.
El peritaje al arma perteneciente al oficial, marcó que la bala extraída del cuerpo de Andrade fue disparada con la misma.
“Disparos desde atrás”
La versión de lo sucedido según la querella que encabeza el abogado Daniel Braunstein, en representación de la familia Andrade, sostiene que “los disparos fueron antes del impacto entre vehículos y fueron efectuados desde atrás del Gol y no cuando los rodados estaban de costado, como quieren decir los policías imputados”.
“No dispararon cuando estaban ventanilla con ventanilla. Está probado que venían por detrás del Gol y desde allí tiraron porque los impactos, dos en total, quedaron marcados en la luneta trasera del auto donde viajaba Andrade, y porque el tiro que lo mató fue en la nuca, según la autopsia”.
“Quedaron marcas en los automóviles que no dejan cerrar la versión policial, porque el rodado de los efectivos tiene roces en el guardabarros delantero derecho, mientras que el Gol en el que iba Andrade tiene marcas en la puerta trasera izquierda (…) El arma de fuego que dicen que supuestamente tenía la víctima fue hallada en un lugar que no se condice con la trayectoria que hizo el automóvil Gol”.
Juicio abreviado
Fabián Rafael Sievers (29), conocido como “Polaco”, y “Caio”, Ricardo Augusto Velozo (30), acompañaban a Andrade en el Volkswagen Gol, pero durante el devenir de la instrucción de la causa sus relatos sobre lo sucedido modificaron su participación en el expediente y fueron imputados por el juez de San Vicente por “falso testimonio y encubrimiento en el delito de homicidio calificado y agravado por el uso de arma de fuego en concurso real”.
Por esta acusación ambos solicitaron la semana pasada la suspensión por juicio abreviado y la fiscal del Tribunal de Oberá, Estela Salguero, ofreció a consideración de los jueces integrantes un acuerdo de pago de 150 mil pesos cada uno a la familia de Andrade.
Se estima que el Tribunal lo resuelva durante las próximas horas. De aceptarlo, Sievers y Velozo podrían declarar en el debate como testigos.