A menos de veinte días que se cumplan cuatro años de la fatídica persecución y cumplidas todas las apelaciones procesales, serán juzgados los dos policías acusados de la muerte, en el paraje San Ignacio en la jurisdicción de El Soberbio, de Reinaldo Andrade de 37 años.
Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, los próximos 25, 26 y 27 de octubre se llevará a cabo el debate oral y público a Matías Lonh y Fabio Boges, oficial y suboficial, respectivamente de la Policía de Misiones.
Desde el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente el expediente llegó a la sede tribunalicia luego de que la Cámara de Apelaciones en lo Correccional y de Menores confirmara la imputación contra los acusados, hecho que había sido apelado por los defensores Hugo Daniel Zapana y Martín Federico Tilli.
Para los abogados, lo que ocurrió en El Soberbio fue un “homicidio culposo” y no “doloso” como plantea la elevación a juicio realizada por el juez de Instrucción de San Vicente, Gerardo Casco.
“Homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad, agravado por el uso de arma de fuego”, es la acusación que recae sobre Lohn, actualmente de 34 años. Y como “partícipe necesario del delito de homicidio calificado, por ser integrante de una fuerza de seguridad, agravado por el uso de arma de fuego”, para Boges, de 27 años.
Vale recordar que ambos fueron apartados de sus funciones públicas desde el mismo día que se conoció el hecho y fueron detenidos como sospechosos.
El crimen se registró el 13 de noviembre de 2019 por la tarde, luego de una supuesta persecución a contrabandistas, según la primera versión del caso desplegada por los efectivos de la Unidad Regional VIII.
Según se supo oportunamente, alrededor de las 18 de ese día los dos se encontraban de forma encubierta vestidos de civil en un Ford Focus, cerca de una estación de servicio de la ruta costera 2, cuando observaron el paso de un Volkswagen Gol Trend gris.
Según la hipótesis trascendida en un primer momento, los ocupantes se percataron que los que estaban en el Focus en la gasolinera eran policías.
Por este motivo habrían acelerado e ingresaron a un camino de tierra en el paraje San Ignacio, a unos siete kilómetros del casco urbano de El Soberbio, para intentar despegarse de los efectivos. Ya en plena persecución, sostiene la versión policial, el Focus recibió un disparo desde el Volkswagen Gol en el que iban tres ocupantes, el que conducía era Reinaldo Andrade.
Los policías sostuvieron que vieron que alguien desde el Volkswagen los había apuntado con el arma. Por ello usaron el arma reglamentaria y también dispararon. Uno de los impactos le dio en la cabeza a Andrade y lo mató en el acto.
Los otros ocupantes de 26 y 32 años resultaron con lesiones leves producto del despiste del Gol. El testimonio de ellos será clave en el debate. Un tercer vehículo habría sido parte de la persecución, se trata de un Volkswagen Voyage que fue hallado varios kilómetros más adelante totalmente incendiado.
Al estar involucrados efectivos de la Policía en el caso, la investigación estuvo a cargo de personal de Gendarmería Nacional. Incautaron un revólver calibre 38 y un pistolón cerca del Volkswagen Gol, y las armas reglamentarias de los efectivos, según se informó oficialmente.
El peritaje al arma perteneciente al oficial, marcó que la bala extraída del cuerpo de Andrade fue disparada con la misma.
“Tiro en la nuca”
La versión de lo sucedido según la querella que encabeza el abogado Daniel Braunstein, en representación de la familia Andrade, sostiene que “los disparos fueron antes del impacto entre vehículos y fueron efectuados desde atrás del Gol y no cuando los rodados estaban de costado, como quieren decir los policías imputados. No dispararon cuando estaban ventanilla con ventanilla. Está probado que venían por detrás del Gol y desde allí tiraron porque los impactos, dos en total, quedaron marcados en la luneta trasera del auto donde viajaba Andrade, y porque el tiro que lo mató fue en la nuca, según la autopsia”.
“Quedaron marcas en los automóviles que no dejan cerrar la versión policial, porque el rodado de los efectivos tiene roces en el guardabarros delantero derecho, mientras que el Gol en el que iba Andrade tiene marcas en la puerta trasera izquierda (…) El arma de fuego que dicen que supuestamente tenía la víctima fue hallada en un lugar que no se condice con la trayectoria que hizo el automóvil Gol”.