Hace un año y nueve meses un joven hoy de 22 años que estaba detenido por la muerte de su pareja, recuperaba la libertad. La Justicia no había podido reunir pruebas suficientes en su contra. El estado en el que había sido hallado el cuerpo fue relevante al no poder hallar evidencias acerca de si la víctima fue atacada o murió por otra causa. Transcurrido el tiempo legal, el sospechoso está a solo una firma de ser exonerado.
Las fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que el sindicado que figuraba en la causa, debido al tiempo transcurrido en la investigación sin que pudieran hallar nuevo material para inculparlo, estaba a un trámite de dictársele la falta de mérito en la investigación por el deceso de Analía Pamela Torres (22).
En base a los primeros testimonios que lo inculpaban como el posible autor, el joven fue detenido en los primeros días de diciembre de 2021 en Puerto Rosario, cerca de San Javier, cuando se alojaba en casa de su madre.
Cuando fue llevado a indagatoria ante el juez Pedro Benito Piriz se abstuvo y fue informado que iba a ser investigado por el delito de “femicidio” por la muerte de Analía.
Existían elementos clave en la investigación para sospechar del joven. Los familiares de la víctima mencionaron que ella estaba inmersa en un contexto de violencia doméstica. Por otra parte, la habitación del inquilinato donde vivía (ubicado en calle Concordia de Oberá) llamativamente estaba cerrada por fuera y ella adentro sin vida.
Los vecinos habían alertado a la policía por el olor penetrante que salía de ese lugar. Con la orden del juez ingresaron al sitio y encontraron el cuerpo de la joven sobre la cama en estado de descomposición.
La autopsia médico legal no determinó que hubiera signos de violencia en el cuerpo, pero sí que había muerto por asfixia. La hipótesis investigativa era que podía haber sido sofocada con una almohada.
La joven era madre de una niña de cinco años, quien en ese momento estaba en casa de su abuelo. Descartaron que el supuesto autor pudiera haber sido el padre de la menor, puesto que éste se encontraba detenido desde varios días antes.
La última vez que los vecinos vieron a Analía fue a la noche del miércoles 24 y la madrugada del 25 de noviembre de 2021. Ingresó en compañía del joven con algunas botellas de bebidas alcohólicas.
Más allá de los testimonios, las pericias al cuerpo y al lugar del hecho no pudieron hallar pruebas que apuntaran directamente a su pareja como el autor de un femicidio. La Justicia no halló elementos más sólidos para inculpar al sospechoso. Lo liberó y solo falta un trámite para exculparlo.
Acerca de cómo murió Analía Torres y quién cerró su lugar de alquiler desde afuera, aún es una incógnita.