En la escalada de precios en los alimentos, el huevo no es la excepción ya que registra subas constantes cada semana, pero comerciantes y productores anticiparon que “se viene una disparada fuerte”.
Incluso ante el rumor de un ajuste, muchos comercios los están guardando para poder venderlos al nuevo valor.
Por ahora, la docena pasó de $2.200 a $3.800 en las verdulerías de barrio, pero en los supermercados ronda los $4.400 y la previsión es que pase los $6.000, en una temporada alta por la llegada de las celebraciones de Semana Santa.
Más allá de lo estacional y de la regulación por oferta y demanda, la realidad en Misiones es que sobre el negocio pesa muchísimo el encarecimiento en dólares que reporta el costo de los alimentos balanceados así como los granos (soja y maíz) que son los alimentos básicos para las ponedoras que crecieron por encima del 180%, señalaron pequeños productores a PRIMERA EDICIÓN.
Pero además, hay otra cuestión de fondo que no es menos importante: los huevos que se producen en la tierra colorada apenas contienen el 10% del consumo interno, el otro 90% se abastece de productos que llegan desde otras provincias con una fuerte carga impositiva.
La falta de competitividad que reporta el sector avícola productor de huevos también pesa sobre la falta de financiamiento adecuado, una nueva estructura impositiva y un tipo de cambio que aliente a producir a una escala mayor para poder sacar la producción a países vecinos, por ejemplo.

“El consumidor termina haciendo lo que es de esperar cuando no tiene plata en el bolsillo, resigna compras: el que llevaba una docena, hoy lleva media docena de huevos, como mucho. La compra por maple la pueden hacer aquellos que revenden y a veces ni así porque tienen que volver a encarecer”, señaló un pequeño productor de la feria de Villa Cabello en uno de los pocos puestos con el preciado alimento.
El hombre confió que “como se sabe que la semana que viene va a subir se corta la venta hasta esperar que se acomoden los precios de nuevo, porque si no se trabaja a pérdida”, dijo.
Y aseguró: “Sin un precio estable y sin plata en el bolsillo de la gente, estamos complicados”.
De su parte, el productor y dirigente agrícola, Samuel Doichelle pidió la quita de algunos impuestos, “que son la causa de la asfixia económica del colono”.
“Cuando acá no hay maíz se compra de afuera, lo mismo el mineral para balancear la comida. Los bebés de las ponedoras se traen de Entre Ríos y cada cosa que ingresa se le aplica un impuesto. Ese es el principal motivo de los fuertes incrementos que estamos teniendo. Si no tuviéramos esa carga impositiva seguramente tendríamos un costo muchísimo menor para la gente”, contó.
Y finalizó: “Esa situación se agrega a que todo está caro, el agua, la luz, el combustible. Nosotros en Wanda todavía sostenemos un maple de huevo a $4.000″.
“La situación sigue siendo crítica por las ponedoras”
La fuerte competencia con los mayoristas impide a los colonos a cobrar un precio razonable por un artículo que cuesta mucho producir.
Los feriantes tienen que lidiar con la falta de inversión en sus corrales, las dificultades y los altos costos para comprar pollitas ponedoras y alimentarlas durante cinco meses antes de tener cualquier expectativa de producción que rinda ganancias.
“La situación sigue siendo muy crítica porque los alimentos de las pollitas, que siempre fueron costosos, se dispararon muchísimo más a partir de la liberación de precios y la devaluación”, contó Malena una productora de Gobernador Roca, quien produce huevos junto a su familia para vender en la Feria Franca”.

“Lo más complicado es adquirir las pollitas para ponedoras, por el costo y la burocracia para ingresarlas a Misiones. Luego, hasta que esa pollita se convierte en gallina ponedora hay un fuerte costo para alimentarlas”, sostuvo.
Y aseguró: “En ese período que no es corto, ellas requieren vacunación, alimentos de primera calidad y muchos cuidados por el clima y demás. Es un gasto que hoy por hoy el pequeño productor no está pudiendo afrontar”.
“En esta caso, hasta que las pollitas puedan poner también deben tener control veterinario, que dispara los costos del producto final. Por esa razón está habiendo poco huevo y caro”, acotó.
En ese sentido, la productora recordó que la proximidad de la Semana Santa dispara la demanda, por lo tanto es previsible que la caída en la producción lleve a un escenario con faltante de huevo y el que se consiga estará caro.
En una recorrida informal de este Diario por las góndolas de los supermercados, verdulerías del centro y las afueras de la ciudad además de las ferias fue notorio el faltante así como el brusco encarecimiento en las recientes semanas.