Waldino Jaime es un reconocido periodista de Rosario (Santa Fe), que trabaja en varios medios de la región. Es un comunicador social muy identificado por su trabajo desde hace décadas con la situación del narcotráfico en una de la ciudades más grandes del país.
Esta nueva escalada de violencia que se cobró en pocos días la vida de cuatro personas inocentes (dos taxistas, un colectivero y un playero de estación de servicio -todos acribillados-) se originó como una supuesta respuesta o “represalia” por el endurecimiento en los controles en las cárceles de Santa Fe, tras el protocolo impuesto por el nuevo gobernador Maximiliano Pullaro y su ministro Pablo Cococcioni, con dos meses de aislamiento y requisas intensas al estilo Nayib Bukele en El Salvador.
La situación hizo que no solo el Gobierno de Santa Fe redoblara los controles y la seguridad, sino que también el Gobierno nacional tomara cartas en el asunto y este lunes desembarque en Rosario la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Defensa, Luis Petri, entre otros para conformar un Comité de Crisis.
En este contexto, laFM 89.3 Santa María de las Misiones contactó con Waldino Jaime, quien trazó un minucioso panorama de cómo se encuentra Rosario, pero no de ahora, sino desde hace más de dos décadas atrás.
“Es un día atípico en Rosario”
“Hoy es un día atípico en Rosario, no parece un lunes; sino más bien un día feriado y eso se debe a la violencia narco que estamos viviendo desde hace dos décadas y media, que recrudeció hace 15 años y con mucha más virulencia en los últimos 10 años”, comenzó diciendo este periodista rosariono.
Además contó que “Rosario vive una jornada atípica, ya que no funcionan las líneas de colectivos, los taxis, no hubo clases, no se abrieron los centros comerciales y esto se extendería por los próximos días. Hoy llegó hasta la ciudad la ministra Patricia Bullrich para dar a conocer los pasos a seguir junto con los funcionarios locales y provinciales en una ciudad que tiene más de 1.300.000 habitantes; es una de las más grandes del país y está viviendo una situación compleja en cuanto a la seguridad ciudadana”.
¿Qué cambio en referencia a los inicio de la introducción de bandas narcos en Rosario a esta sangrienta actualidad?
Hoy el panorama de Rosario es así: hay 37 bandas que se disputan el control de la ciudad y también de localidades cercanas ya que todo fue creciendo.
En un principio, hace 20 o 25 años atrás la situación de pobreza y marginalidad no era la que es ahora, pero la misma fue creciendo. Primero el negocio era de narcomenudeo, pero sin violencia. Pero comienza la disputa de los territorios cuando empiezan a ver que era un negocio por demás lucrativo.
Esto comienza a darse en la década del ’90 con la llegada de Carlos Menem al poder, ya que sus medidas económicas afectaron a la población llevando y empujando a la pobreza y la marginalidad a una gran porción de habitantes del país, afectando directamente a la ciudad de Rosario, un gran centro industrial y productivo.
Esta situación se fue profundizando con el paso del tiempo y la sucesión de los gobiernos. Lo único que se hizo en los últimos 15 años fue tratar de cortar la cadena desde el sector minoritario de la distribución de drogas en Rosario, no de los grandes proveedores, que la mayoría los conoce o sospecha, aunque está el temor de denunciarlos; y saben desde dónde viene la droga: llega a través de las terminales portuarias que son entre 15 y 18, en apenas 30 kilómetros sobre el río Paraná; y también salen por las mismas terminales a Europa, Japón y el sudeste asiático”.
¿Qué pasó que se profundizó la pelea entre bandas narcos?
Lo que sucedió es que la entrada de dinero por la comercialización de la droga llegó a los sectores marginales y de escasos recursos económicos, montándose un sistema de lavado de dinero por demás aceitado haciendo crecer a varias bandas narcos de la ciudad y la pelea entre las mismas por territorios y dinero.
Con la detención de varios líderes de las bandas narcos que azotan la ciudad de Rosario, los cuales fueron repartidos en varias cárceles federales y provinciales de Santa Fe, se disparó esta suerte de “narcoterrorismo”, tal cual lo señaló la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Jaime se encargó de aclarar que los ataques sufridos en la jornada de este lunes por parte de periodistas nacionales, como el caso de Nelson Castro, son moneda corriente en Rosario y ellos lo han sufrido en carne propia desde hace años. Antes podían ir a los barrios y hablar con los vecinos, hoy eso ya es casi imposible.
“Todo comenzó en el barrio Las Flores”
La aparición de las bandas “narco” tuvo sus inicios en la zona Sur de Rosario, más precisamente el en barrio Las Flores y de allí fueron creciendo más bandas, y se fueron expandiendo a distintos barrios, como la zona Oeste y la zona Norte, ésta última una de las más violentas en estos últimos tiempos. “En esas zonas se acumulan casi las 40 bandas narcos existentes en Rosario”, detalló este periodista santafesino con más de 30 años en los medios.
Además, dio a conocer otra dura y cruda estadística: “En 2022 la tasa de homicidios fue de 22,1 por cada 100 mil habitantes; y el 70% de esos asesinatos está vinculado con el mundo narco. El 75% de esos homicidios fueron planificados con anterioridad. De 2013 a 2020 fueron asesinadas 1.560 personas en el marco de la “guerra narco”. En 2021 hubo 244 asesinatos. En 2013 hubo 271 asesinatos y el año pasado 265 asesinatos. El promedio en Rosario desde hacer más de una década es de 250 a 260 asesinatos por año, esto marca el poder de fuego de los grupos narcos y la violencia que se vive en la ciudad desde hace mucho tiempo”.
Dura sospecha de “un secreto a voces”
Por otra parte, Jaime dio a conocer una dura afirmación que “salpica” al ámbito político al señalar que “se sospecha que mucho del circulante económico proveniente del narcomenudeo fue a parar a las arcas de estructuras políticas para financiarlas en tiempos de campaña. Esa plata en ‘negro’ también comenzó a ‘lavarse’ en otros ámbitos como construcción de edificios -hubo un momento en que se construyeron 250 a la vez-, barrios privados, concesionarias de autos importados de alta gama, entre otros negocios de dudosa procedencia en lo que se refiere a los dueños. Pero el Gobierno nunca lo abordó de forma consciente y real, miró para otro lado“.
Por último, se le preguntó si el rosarino, y el santafesino en general, cree que esta situación va a cambiar con la intervención del Gobierno nacional, a lo que respondió que “el rosarino está decepcionado y desilusionado con la política y con las fuerzas de seguridad. No cree demasiado en la medidas que se han adoptado en los últimos tiempos. Por el momento existe una gran incertidumbre y al principio se tomó como una suerte de alivio la presencia y los anuncios de parte de Nación. Acá la lucha es contra el narcomenudeo; a eso hay que sumarle el delito común, que es muy alto; por lo que los rosarinos estamos curados de espanto“, sentenció el periodista.