En una conferencia de prensa el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, habló sobre las críticas que recibe su policía y el sistema de seguridad acusado de violar derechos humanos.
Comenzó diciendo: “Dejamos de ser el país más peligroso del mundo para convertirnos en el país más seguro del hemisferio occidental, y la única forma de lograrlo fue arrestando a los asesinos”.
Bukele expresó su sorpresa ante una pregunta de un reportero de la BBC que señaló el elevado número de personas arrestadas en un año, algunas de las cuales podrían ser inocentes, superando las 75 mil.
“Me parece sorprendente cuando algunos dicen: ‘Ah, pero en El Salvador arrestan a personas, y algunas son inocentes’. Me desconcierta un poco, porque me pregunto si en el Reino Unido todas las personas arrestadas son culpables, o si su policía alguna vez ha arrestado a personas inocentes”, respondió.
Continuó reflexionando sobre el margen de error de la policía: “Si hubiera una sola policía en el mundo con un margen de error del 0%, ¿por qué necesitaríamos fiscales, procuradores o incluso un sistema judicial? No serían necesarios, porque la policía lo haría todo a la perfección”.
Bukele compartió datos sobre la cantidad de personas inocentes liberadas hasta la fecha, que asciende a 7.000, destacando el trabajo de la Justicia. También enfatizó la necesidad de “dar algún resarcimiento a aquellas personas que fueron arrestadas injustamente”.
El presidente de El Salvador también se refirió a los comentarios críticos que recibe por no seguir las recomendaciones de la OEA, la ONU y la UE en su momento, concluyendo: “Su receta no funciona en nuestros países. Nosotros no les decimos qué hacer en el Reino Unido; ustedes tienen una monarquía y nosotros no decimos nada. ¿Por qué tenemos que hacer lo que ustedes dicen entonces?”.
El nuevo sistema de Bukele
La autoridad electoral de El Salvador dijo el lunes que el partido gobernante Nuevas Ideas, del presidente Nayib Bukele, controlaría una supermayoría en la próxima legislatura con 54 de los 60 escaños, tras un recuento manual de votos a raíz de numerosas denuncias de irregularidades, fallos y cortes de electricidad e internet.
Se considera que la supermayoría en el Congreso otorga a Bukele un poder sin precedentes, que le permite, entre otras cosas, cambiar la Constitución del país y seguir dando carpetazo a los derechos constitucionales en su popular ofensiva contra las bandas del país, que ha suscitado las críticas de grupos defensores de los derechos humanos.
Los observadores de la OEA citaron la “falta de control” del organismo electoral sobre el proceso de votación y recuento de votos, los problemas con la autentificación de los votos y la escasa formación de las personas encargadas de introducir los resultados.
También señalaron que el partido de Bukele, Nuevas Ideas, superaba en número a los observadores electorales de la oposición y observaron que miembros del partido tenían actitudes intimidatorias hacia la oposición, al tiempo que intentaban obstruir la misión de observación electoral y a la prensa.
Durante su primer mandato, Bukele utilizó la mayoría parlamentaria de su partido, Nuevas Ideas, para llenar los tribunales de leales y reformar las instituciones del Estado, lo que le allanó el camino para presentarse a un segundo mandato a pesar de la prohibición constitucional de la reelección.
En junio, el organismo aprobó reformas electorales que, según analistas y opositores, favorecieron a Nuevas Ideas. Las reformas redujeron el número de diputados, disminuyendo los escaños disponibles para los partidos más pequeños, y cambiaron la fórmula para traducir los totales de votos en escaños asignados a cada partido.
Con el nuevo sistema, a pesar de que los candidatos de Nuevas Ideas al Congreso obtuvieron el 71% de los votos, ocuparán el 90% de los escaños del Congreso.
Fuente: Agencia de Noticias NA con información de Reuters