Sin responder preguntas, se presentó finalmente a la audiencia indagatoria Roberto Gómez, también conocido como “Negrito”. El juez de instrucción 1 Marcelo Cardozo, lo imputó en principio como participe necesario en el homicidio de Héctor “Keko” Sotelo, ocurrido el 27 de enero de 2022 tras un enfrentamiento a tiros frente a la parroquia Sagrada Familia de Posadas, sobre la avenida Roque Sáenz Peña entre Salta y Tucumán.
Gómez está sospechado de ayudar a escapar o más bien “rescatar” a Guillermo Tovías Yohel Pereyra (27), quien sería el autor de los disparos que acabaron con la vida de Sotelo.
Pereyra está imputado por “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego” y fue detenido el 3 de febrero de 2022, el mismo día que se conoció el fallecimiento de “Keko” en el Madariaga.
Durante los últimos días Gómez optó por abstenerse frente al juez y fue notificado de la imputación. También afronta una acusación en el Juzgado Federal por transporte de estupefacientes, por la cual se solicitó su traslado a la cárcel de Ezeiza, Buenos Aires, donde está detenido Néstor Fabián “El Negro” Rojas, quien lo habría amenazado de muerte.
“Negrito”, Roberto Andrés Gómez, tiene domicilio en el barrio Santa Clara II de Garupá y fue atrapado por una patrulla de la sección “Puerto Rico” de Gendarmería Nacional (Escuadrón 11 “San Ignacio”) cuando conducía una Ford Ranger gris con cerca de 400 kilogramos de marihuana el lunes 28 de agosto de 2023. Es decir que llevaba más de un año y medio evadido de la justicia.
Gómez, de 46 años, tenía pedido de detención por parte del Juzgado de Instrucción 1, en la causa abierta desde el 27 de enero de 2022 correspondiente al enfrentamiento a tiros frente a dicha parroquia.
En esta balacera perdió la vida Héctor “Keko” Sotelo (36) y se sospecha que fue Gómez quien ayudó a escapar a quien hoy está acusado como autor del homicidio, Guillermo Tovías Yohel Pereyra (27). En el mismo expediente que instruye el juez Marcelo Cardozo, está detenido con arresto domiciliario su padre, por una causa de acopio ilegal de armas de fuego.
Durante el allanamiento en el cual descubrieron el arsenal en una vivienda de la colectora del Acceso Sur (barrio Papa Francisco en el sur de Posadas), encontraron el arma utilizada para matar a Sotelo, quien se presume que aquel día de la balacera buscaba vengar un ataque a tiros a uno de sus hermanos en el barrio A3-2 y que, por ese hecho, el imputado es un joven de apellido Gambini, otro amigo de Pereyra.
Ese fuego cruzado que terminó en la muerte de Sotelo, tiene además a otro imputado, en este caso por “homicidio en grado de tentativa” y se trata de un hombre conocido como “Piojo” quien supuestamente acompañó a “Keko” y a uno de sus hermanos para emboscar a Pereyra.
Yohel tomaba tereré frente a la parroquia y para desgracia de sus atacantes, estaba “preparado” porque sabía que lo irían a buscar en cualquier momento. Repelió el ataque a balazos y tuvo la puntería que no tuvieron sus atacantes.
En la disputa de estos bandos, el primer capítulo siempre se pensaba que fue la muerte de “Casi” Sotelo tras una fiesta clandestina en época de pandemia en 2020. Sin embargo, las fuentes de la investigación confirmaron en su momento que el verdadero problema tuvo que ver con “mejicaneadas” ligadas a la venta y distribución de estupefacientes, principalmente marihuana prensada. De un lado los Sotelo, del otro Pereyra y sus amigos.