El pasado domingo, la actriz y bailarina misionera Muriel Morgenstern utilizó su cuenta de Instagram para realizar una denuncia pública a un reconocido pintor misionero por presunto abuso sexual, mediante una sentida carta abierta que escribió y leyó para contar su experiencia.
Después de narrar con detalles su experiencia que vivió “a sus 19 o 21 años”, la hija del reconocido escritor misionero Thay Morgenstern ayer confirmó que formalizó la denuncia contra el artista.
Eso mismo lo confirmó a través de una historia de Instagram donde agradeció a todos por escuchar su historia que llegó a miles de usuarios, y especialmente usuarias, que le demostraron apoyo y sororidad en los comentarios pidiendo justicia.
Una carta abierta
“Esto lo escribí el 30 de octubre de 2023 (…) El tiempo a veces no cura heridas como creemos. Pasaron años y aún así con lo que recuerdo quiero poner públicamente una de las cosas más traumáticas que viví”, comenzó contando la joven en un video que subió a su cuenta de Instagram.
Según fue relatando, cuando tenía entre 19 y 21 años tuvo la oportunidad de acompañar al artista en un viaje al interior de la provincia donde él actuaría como jurado en un concurso de pintores.
Ella conocía al hombre no solo porque habían trabajado juntos en la película “Detrás del Sol, Más Cielo”, sino también porque era mejor amigo de su padre Thay, contó.
“Un día combinamos un viaje al interior con Bernardo Neumann. Tenía aproximadamente entre 19 y 21 años. Yo vivía con mi mamá aún, y ella me permitió… ya que lo conocía como amigo de Thay y yo insistí un montón porque quería acercarme a esos lugares que papá hablaba tanto en sus libros (…) hoy no recuerdo exactamente dónde, pero fue un viaje al interior de Misiones, donde Bernardo Neumann iba a participar como jurado en un concurso donde pintarían paisajes en vivo. Y yo como su acompañante podía ver todo el proceso”, afirmó.
Cabe mencionar que él era una persona de suma confianza para ella y su familia, a tal punto que ella lo llamaba tío de cariño, contó la actriz.
En un principio, el viaje tuvo su curso sin problemas. Ella relató que en su inocencia no percibió ninguna señal de peligro. “Recuerdo haber ido en su auto a ver pintar paisajes en vivo a los artistas. Como él era jurado, debía ver el proceso”, prosiguió.
Luego a la noche, en una celebración que se realizaba “fuimos y él me preguntó qué iba a tomar y como no quería que gastara porque yo había ido sin plata le dije que lo que tomara él estaría bien”, agregó.
Ahí fue que el hombre pidió una botella de vino, “yo no estaba acostumbrada a tomar vino, pero no tuve problemas en compartir la bebida. Luego, me sirvió una copa y nos pusimos a bailar. Tomé esa copa y me fui al baño sola, volví del baño y el estaba sentado en la mesa que nos habían dado y la copa estaba llena nuevamente. Tomé unos sorbos más y recuerdo que me agarró demasiado sueño. Al día de hoy no se si estaba realmente tan cansada… Con el tiempo llegué a pensar que pudo haberme puesto algo en la bebida”, recordó la actriz.
Ese cansancio hizo que le pida al hombre que la lleve al hospedaje donde, según él, “habían dos habitaciones separadas”.
Ahí mismo, “Bernardo Neumann se baja, y cuando entramos a la habitación me sorprendí de ver una cama matrimonial. Cuando le pregunté qué había pasado con las camas separadas, me responde que se iba a quejar con el chico de la entrada. A eso, yo me quedé esperando y cuando regresó me dijo que la habían alquilado, que no había más lugar y como yo había ido gratis no me quejé”, explicó. En ese momento, según la actriz, fue la primera vez que entendió que algo no andaba bien.
Ateniéndose a tener que compartir una cama matrimonial con el hombre, contó que se arrinconó y se acostó a dormir totalmente vestida. “Era de madrugada, estaba soñando con mi pareja cuando de repente sentí una presión en el abdomen y escucho la voz de Bernardo… abro los ojos y me percato que estaba sentado arriba mío y ya me había sacado la remera con el buzo y el corpiño incluido y me estaba tocando los pechos”, relató la mujer a voz quebrada.
A eso, contó que su primera reacción fue pegarle y correrle a un costado. A su vez, según el testimonio de la joven, éste reaccionó llorando y pidiendo perdón por lo que había hecho.
En la desesperación, Morgenstern contó que sin éxito intentó comunicarse dos veces con su mamá para que ella la buscara. A su vez, según su relato, el hombre se retiró de la habitación dejándola sola.
No obstante, el calvario seguiría ya que debía compartir todo ese domingo con el pintor ya que no tenía plata para volverse sola.
“Al otro día era domingo y el concurso seguía, por ende, debíamos compartir todo el día (…) Me pasé encerrada en el auto mirando la nada yendo de un lado para el otro con el abusador, cuando el me hablaba yo le decía que ni me mire ni me hable, que él era como un papá para mi y que había pensado cualquiera”, recordó.
Finalmente, culminado el concurso, la mujer recordó que llegaron a la casa de su madre, que desconocía por completo la situación, y cuando el hombre se fue, pudo contarlo todo.
“Jamás me voy a olvidar la sensación de ver mi casa, mi refugio, mi lugar seguro. (…) Bernardo saludó de lejos y se fue. Una vez adentro y a puertas cerradas rompí en llanto y le conté a mi mamá todo lo que había pasado. Rompimos un cuadro que me había regalado cuando se había estrenado Detrás de Sol. Mi mamá lo llamó pero no se si no atendía o estaba apagado. Yo estaba en shock, no podía parar de llorar. Mi mamá me hizo un té de valeriana para calmarme”, recordó.
De ahí en más, la joven actriz eligió dejar de presentarse a castings y evitó como pudo cruzarse con el hombre, narró.
“El caso de grooming encendió mi alarma”
En el marco de su carta abierta, la actriz explicó que el reciente caso de grooming que habría perpetrado un profesor de danzas posadeño contra unas alumnas encendió su alarma.
“Después de leer estos días el grooming del profesor de danzas quien recientemente le enseñaba hip hop a mi hija, la alarma se encendió y con solo imaginar que ella podría sufrir algo parecido… dije basta, porque Bernardo Neumann siguió enseñando. Me causó un nudo en el estómago suponer que posiblemente habrían más chicas. A mí me traumó de por vida”, explicó.
En ese momento, posterior a la grabación de la película en la que el pintor participó, “no denuncié porque creía que todo era culpa mía. No quería hacer quedar mal a los que hicimos la película ….era todo muy lindo como para manchar la película con un abuso”, afirmó.
No obstante, hoy sí pudo y eligió contar esa experiencia, como también dos que tuvo con otros hombres reconocidos en sus ámbitos.
“Lito Cruz y el cura Oscar Varangot ya están fallecidos pero Neumann no. Quiero que la gente sepa la clase de persona que es ya que tanto lo respetan. Ojalá las chicas se animen a denunciar porque me consta que no fui la única, muchas pasaron situaciones similares con este señor me dijo una psicóloga hace muchos años atrás. De corazón quiero creer que aún hay justicia, a mí nadie me devuelve el tiempo perdido y sobre todo la integridad mental y física pero será un alivio para mi que no sigan habiendo víctimas futuras, entre ellas, hijas, hermanas, madres, sobrinas”, finalizó.