Esposado y con la custodia de la Unidad Regional I, el entrenador de fútbol femenino acusado por alumnas y jugadoras del Club Educación de abuso sexual simple, maltrato y acoso, cumplió con el primer trámite judicial y ante el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte, se abstuvo de ser indagado y volvió a la celda de la Comisaría Segunda con la notificación de la imputación provisoria por los delitos contra la integridad mencionados.
A las 9.36, el director técnico de 60 años y más de treinta vinculado al entrenamiento femenino y de menores en fútbol, cruzó la mesa de entradas del juzgado de la Primera Circunscripción por calle Santa Fe para cumplir con los requerimientos legales, entre ellos, el de notificar un abogado patrocinante y cumplir con la indagatoria sobre las denuncias que se relataron en el sumario preventivo iniciado en la comisaría de la Mujer de Itaembé Miní de la Unidad Regional X a mediados de octubre y finalizado en la misma dependencia policial pero ya de la UR-I en el microcentro posadeño este lunes.
Por recomendación defensiva y amparado en su derecho que su silencio no puede usarse en su contra, el DT se excusó de responder y optó por callar mientras evalúa su coartada para brindarla en el momento que decida ampliar su indagatoria.
De fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, las medidas que surjan durante las próximas horas del expediente serán tomadas con cautela y de acuerdo a los relatos de las víctimas, hasta el momento 16 y todas menores de edad, incluso niñas. Lo delicado del caso y vulnerabilidad de las involucradas así lo requiere.
“Se tomarán las declaraciones, se analizarán medidas derivadas y se resolverá cuando amerite la situación, un pedido de excarcelación”, adelantó una voz incuestionable y de contacto confiable con este Diario.
Contención
En cuanto a los recursos de las adolescentes y niñas que denunciaron los delitos, hasta el momentos sus familiares intentan recolectar fondos para poder solventar un abogado querellante unificado. De manera paralela, desde la Municipalidad de Posadas se ofreció el servicio de psicólogas para brindar contención.
Tal como lo publicó en exclusiva este medio, los casos surgieron tras el último torneo amateur que jugó el equipo que dirigía el denunciado. Una de las adolescentes víctima del maltrato rompió el silencio y le contó a su madre lo que sufrían las jugadoras.
Esto ocurrió el domingo Día de la Madre (15 de octubre) pocas horas después que el equipo ganó un certamen que tenía como premio 50 mil pesos en efectivo. El entrenador se habría encargado de recibir el dinero pero no compartirlo, como tampoco devolver 10 mil pesos de la inscripción que facilitó una de las progenitoras.
Una reunión de padres se organizó el martes 17 de octubre y al día siguiente las víctimas se reunieron también con sus progenitores y estallaron en llanto y dolor al detallar lo que padecieron desde marzo pasado, cuando el entrenador decidió cambiar de entidad deportiva y llevarlas al Club de Educación.
El viernes siguiente, las denuncias aumentaron y todas, según detalles que este Diario pudo acceder pero se reserva publicarlos para prevenir la revictimización, fueron notificadas al sospechoso.
La conmoción no se detuvo y se remarcaron casos y denuncias anteriores con el mismo acusado y delitos. Por ejemplo Macarena, hoy mayor de edad e integrante de un club de la Liga Posadeña de Fútbol. Relató situaciones y describió el contexto idéntico al denunciado hace dos semanas.
“Cuando me enteré de las denuncias de las chicas ahora, fue como revivir todo el dolor de hace diez años. Este tipo no cambió para nada me di cuenta porque charlé con las niñas y utilizó el mismo modus operandi, parece un amigo, todo bien y perfecto, después comienza a tratarte mal y a apartarte de tus compañeras, de presionarte con la homosexualidad, estaba arriba tuyo todo el tiempo con eso, te hacía sentir terror, te gritaba y manipulaba. Era un monstruo y para afuera parecía bueno, intachable y perfecto, no levantaba la voz”.
Amplió: “Yo hice la denuncia en su momento, en 2013, pero me dijeron que lo ayudaron a taparla, con un político influyente. Yo tengo un recuerdo de rencor muy grande, porque me enseñaron que el Estado está para ayudarte y por el contrario apenas mi madre hizo la denuncia, él organizó una reunión con los dirigentes del club en la cancha y le brindaron todo el apoyo”.
“Hasta hoy sufro (…) tuve que jugar con mi club (Guaraní) un torneo de homenaje a él. Yo pensaba que era un torneo de la liga y cuando me enteré que le pusieron su nombre no lo podía creer. Intenté no jugar pero como ya nos habíamos preparado con las chicas no quise dejarlas solas”.
“Espero que la Justicia actúe hoy, porque hace diez años tuve que escucharlo decir ‘yo siempre caigo bien parado, yo soy un gran entrenador’. Esas fueron sus palabras frente a mi mamá cuando lo denunció. Se burlaba de nosotras”.
“Cuando se ven los mensajes, escuchan los audios o los testimonios directos, es increíble, horroriza y es inentendible como esa persona puede estar libre. Tenía sueldo de la Municipalidad y no trabajaba, se la pasaba las 24 horas acosando a las chicas. Hasta a la escuela de ellas iba, después las perseguía hasta la parada de colectivo y cuando las volvía a ver en el entrenamiento les gritaba ‘fulana anda con fulana, yo las vi, yo las vi juntas’, y éramos criaturas de 13 años y él se creía con derecho a todo”.
Resumió su descripción sobre el detenido: “Además de psicópata y pedófilo es un homofóbico terrible. Te da pena y rabia que lo defiendan, que hagan comentarios contra las víctimas”.
“Mi mamá llevó la denuncia al Ministerio de Deportes, para que este tipo no se acercara más a una niña y la dañara, pero no le hicieron caso. Fue una humillación más verla que volvía triste porque no la escucharon, no le creyeron, no nos creyeron”.