Los problemas de importación en la Argentina son todo un contratiempo en distintos ámbitos, pero sin lugar a dudas uno de los más afectados es el de la medicina. Desde hace un tiempo es cada vez más notorio el faltante de insumos que precariza la atención médica en algunos casos de pacientes que necesitan ser intervenidos con urgencia.
En este contexto, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones el traumatólogo Luis Osvaldo Soto comentó cómo se trabaja en una realidad tan compleja como la descripta y manifestó que “se puede ver en la práctica diaria la falta de los insumos y el inconveniente -particularmente en nuestro caso- de las prótesis importadas, porque si bien en muchas situaciones podemos resolver problemas con implantes de fabricación nacional, muchas veces requerimos implantes importados ya sea por una cuestión de funcionalidad o de la actividad del paciente. Es en esos casos, en que más se nota el faltante ya que debemos reprogramar esas cirugías”.
Ante estas situaciones “tenemos que buscar opciones o alternativas transitorias. Si un paciente necesita un implante específico -de manera rápida-, tenemos otras opciones”.
“Se complica cuando las cirugías son programadas ya que el paciente tiene que movilizarse; y ahí lamentablemente tiene que esperar en la casa. Siempre y cuando no haya una situación de riesgo o una urgencia de vida. Pero en este caso, no nos queda otra opción que hacer esperar al paciente, ante la falta de insumos”, remarcó.
“La especulación en el ámbito comercial es muy grande”
Por otra parte, el galeno resaltó que “esta situación actual nos limita sobremanera el tema de planificación quirúrgica. Pero, muchas veces no es solo la falta de implantes, sino que también la especulación en el ámbito comercial es muy grande. El famoso ‘no tengo precio’; si ‘te vendo ahora no sé si voy a recuperar lo invertido la semana que viene’. Es todo un tema realmente”.
La escasez de insumos y el aumento de costos también colocanal paciente en una situación difícil, ya que a pesar de tener alguna prepaga, tiene que hacerse cargo en algún porcentaje de los costos del tratamiento y el implante, “una internación diaria subió más del 50 por ciento, lo que no es poco, si el paciente tiene obra social; no me quiero ni imaginar si no la tiene”.
Por último Soto remarcó que “esto no sucede solo en la parte de ortopedia, implantes e insumos; sino que también vemos ese faltante en reactivos, elementos de diagnóstico, equipos electro-médicos, medicamentos y equipamientos, entre otros, todos están igual y en el medio lamentablemente vuelve a quedar el paciente”.