La sangría de reservas del Banco Central parece muy lejos de poder detenerse y está impactando de lleno en todo el sector productivo del país. Quienes más se están viendo perjudicados son aquellos que necesitan de insumos importados para producir y deben esperar, en ocasiones, hasta dos meses para hacerlo.
Esta situación se repite a lo largo y ancho del país, alcanzando a todas las economías regionales. Pero en Misiones hay una producción en particular que desde hace meses viene profundizando cada día un poco más su crisis por no poder importar lo necesario para cumplir con los compromisos comerciales: el de la fécula de mandioca.
Los productores de fécula en la tierra colorada se han caracterizado por ser un sector proteccionista, que buscaba restringir el acceso desde otro países, debido a que la provincia es la única fabricante a nivel nacional. Sin embargo, la sequía del verano 2022, generó estragos en las plantaciones de mandioca y obligó a salir a comprar al mercado internacional.
Desde el primer momento, a mediados del año pasado, los productores se encontraron con barreras para poder importar y advertían las consecuencias que eso traería, impactando, inclusive, en otras cadenas productivas, tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en su momento.
Tras gestiones del Gobierno de Misiones, que iniciaron en septiembre, la Nación autorizó a principios de 2023 una “importación extraordinaria” de 600 toneladas de fécula provenientes de Paraguay, sin embargo hasta ayer no había ingresado un kilo al país, por las propias reglas nacionales.
“Tenemos dos camiones varados en la Aduana. Ya completamos los papeles y estamos esperando que la AFIP nos autorice a ingresarlos”, señaló Roberto Matsunoshita, presidente de la Cooperativa Agrícola Montecarlo, sobre la primera carga que llegará de las que habilitó Economía.
En una entrevista con este Diario, explicó que ambos transportes se encuentran parados en el puente que une a Posadas con Encarnación del lado argentino y esperan recibir el aval de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) entre hoy o mañana viernes. Agregó que hay en camino, a la provincia, otros dos camiones desde el vecino país.
Cada uno de los vehículos tiene entre “26 y 27 mil kilos de fécula” por lo que entre los cuatro estarían llegando a las 100 toneladas. Aún así, ese número está muy lejos de representar una solución.
“Hoy estamos necesitando unos 22 o 23 camiones para poder cumplir compromisos con nuestras empresas. Con solo estos cuatros, no podemos hacer nada”, afirmó.
Matsunoshita aclaró que las empresas tienen el dinero para importar y marcó que las trabas surgen desde el propio Gobierno nacional. Añadió que la crisis repercute en otras cadenas, como la de embutidos, y advirtió que de continuar así, “muchas empresas se van a fundir porque necesitan de esa materia prima y no tienen para elaborar”.
“El año pasado, al menos, se podía importar algo. Hoy está detenido y estamos pagando las consecuencias. Encima todo indica que va a ir empeorando la situación”, lamentó el presidente de la Cooperativa de Montecarlo.