Las trabas a la importación y los efectos de la extrema sequía de meses anteriores continúan complicando la producción de mandioca y generando problemas para el abastecimiento de la fécula en el país. Hasta septiembre pasado se registró una caída del 50% en la producción, a lo que se sumó la imposibilidad de ingresar el producto proveniente de Brasil o Paraguay, necesario para equilibrar el abastecimiento al mercado nacional.
Cabe recordar que la mayor cantidad de productores de mandioca se encuentra en el norte argentino, principalmente en Misiones, y si bien la región (al incluir a los países vecinos) atraviesa el mismo problema en la producción por la sequía, es en Paraguay donde se sigue consiguiendo una cantidad significativa del producto. Sin embargo, por las restricciones a las importaciones, en este momento, resulta imposible poder ingresar la materia prima al país.
Hugo Reckziegel, gerente de la Cooperativa Agrícola Mixta de Montecarlo, al ser entrevistado por FM 89.3 Santa María de las Misiones, comentó sobre la situación general del sector que “estamos pasando por un momento de alta demanda, que juega con que la oferta es tremendamente escasa. Esto viene ocurriendo hace dos años, el año pasado la sequía nos ha golpeado duro en el cultivo de la mandioca, y hemos sufrido toda la falta de producción nacional por las trabas a las importaciones”.
“Si bien las plantaciones no se han muerto (con la sequía), todos creíamos que íbamos a tener una buena producción, pero al momento que el productor procedió a la cosecha nos dimos cuenta que los rindes eran muy malos”, aclaró y explicó: “La situación se agravó al llevar esto a la industria, debido a que la industria no pudo recuperar el porcentaje de fécula que se observaba en las raíces. Esto es un típico fenómeno que se produce por efectos de la sequía, ya que todos los almidones se transforman en azúcares y después en la molienda en lugar de poder captarlos, se van con el agua”.
Crecimiento del precio
Debido a esto, contó que “la situación fue muy mala para el productor por el bajo nivel de producción. Si bien los precios subieron por las nubes, pero al tener una producción muy baja se vieron perjudicados y nosotros los industriales también”.
En relación al crecimiento del precio, Reckziegel planteó que “la fécula ha tenido un incremento considerable cercano al 200%, pero fue dado estrictamente por el tema de la alta demanda”.
“Hace unos años salieron al mercado los productos libres de gluten que utilizan como insumo la fécula de mandioca, lo que hizo que se dispare el consumo y la utilización del insumo”, contó y añadió que “lamentablemente, este año con las políticas que tenemos no podemos importar y en este caso específico nos estamos quedando sin stock”.
“Hemos luchado en los últimos 15 años tratando de convencer a la industria alimenticia para que incorpore el insumo de fécula de mandioca en sus fórmulas. Lo hemos logrado pero ahora les tenemos que decir que no podemos seguir abasteciendo, y por supuesto que las industrias van a buscar otros insumos, por eso después recuperarlos nos será tremendamente costoso”, cuestionó.
Siembra y cosecha
Al ser consultado sobre los tiempos de trabajo que requiere el producto, indicó que “la siembra casi siempre es desde agosto hasta octubre. Este año tuvimos un nacimiento muy malo, por lo tanto muchos productores intentaron volver a sembrar en noviembre aprovechando todavía la humedad, pero tuvimos el problema que apareció una bacteria que afecta a las ramas provocando la pudrición y mortandad de las que se han guardado. Esto hace que el nacimiento de este año haya sido extremadamente bajo y muy malo”.
“Luego, la cosecha empieza en abril para cultivos de un año y va hasta finales de octubre. Hay productores que hacen mandioca de dos ciclos, y eso se puede estar cosechando a partir de febrero. Hay producciones que son anuales y otras bianuales”, relató y amplió: “Toda la provincia está afectada por esto, parte de Paraguay y Brasil también. El año que viene será terrible la falta de la fécula”.
Al mismo tiempo describió que “habitualmente un productor obtiene un 27% del rendimiento de la fécula en raíces. Este año con suerte se está obteniendo 22%. Se paga por porcentaje de fécula en raíces, no por tonelada. A esto hay que agregar que si no germinó, hay que volver a pasar la rastra, volver a sembrar, son costos adicionales sin tener la certeza de si va a acompañar o no el tiempo”.
Sobreoferta de yerba
Por otro lado, en relación a la situación general de la cooperativa, contó que “en la yerba mate pensábamos que iba a haber un faltante de la hoja verde, pero nos encontramos con la sorpresa que después de las lluvias las plantaciones se recuperaron increíblemente. Estamos ante un nuevo escenario de sobreoferta de hoja verde y esto va a golpear al sector productivo”.
“Vemos que se cumplen los precios oficiales del INYM, pero ya aparecieron los plazos de pago, hoy se está comercializando yerba canchada hasta 120 días. Esto va a perjudicar al productor otra vez, ya que lo que percibía de contado lo va a tener que recibir a plazos. Sabemos que estamos pasando por un proceso inflacionario. Este escenario de sobreoferta nos perjudica nuevamente a todos”, cerró.