El pasado miércoles la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (FHyCs) de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), particularmente la carrera de Letras, volvió a quedar en estado luto por la pérdida de una alumna de 20 años que se suicidó. Volvió a quedar en luto porque, con este último caso, ya son tres los estudiantes de dicha carrera que se quitaron la vida en los últimos cuatro meses.
Una situación insólita que puso a los alumnos y docentes en un estado de suma tristeza, pero sobre todo de alerta y preocupación por la salud mental del claustro estudiantil.
Por ese motivo decidieron movilizarse este viernes con una sentada frente al edificio de la Facultad de Humanidades para exigir que el establecimiento educativo tome partida de los acontecimientos y medidas al respecto de la salud mental.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN Horacio Nazaruk, consejero departamental de la carrera de Letras y uno de los impulsores de la movilización explicó “esto surge porque durante el año hemos tenido la lamentablemente pérdida de tres estudiantes en la carrera de Letras: en junio dos y en estos días una compañera muy cercana mía. Nuestra intención tiene que ver con que nos sentimos muy tocados y atravesados por la situación”.
En la sentada colgaron carteles que enunciaban “sólo con un número de celular no alcanza, no me sirve de nada cuando estoy en crisis”, “hablar de suicidio también es prevenirlo”, “la salud mental no debe ser un privilegio”, entre otras frases que dan cuenta la necesidad de los estudiantes. También tuvo un tinte emotivo ya que recordaron a sus compañeros fallecidos con recordatorios, velas y fotos.
No obstante, aparte de visibilizar la importancia de la salud mental en los ámbitos académicos, la sentada tuvo como objetivo específico pedir a las autoridades de la FHyCs que habiliten un gabinete psicológico o un área específica que aborde la salud mental.
Si bien el establecimiento ya cuenta con una dirección que brinda la atención de una psicóloga, una trabajadora social y un abogado, esta área aborda específicamente situaciones de violencia.
“Por eso, nuestro reclamo hoy es la creación de espacios específicos de salud mental dentro de la facultad. Desde el departamento de Letras se elevó una nota a los directivos pidiendo la apertura de este espacio, pero hasta el día de hoy no hemos tenido respuesta”, explicó.
Por otro lado, si bien Nazaruk reconoció que la facultad se contactó con ellos y brindó apoyo y algunas referencias donde contactarse por casos referidos a la salud mental, el pedido es que se establezcan fechas concretas para la creación de estos espacios dedicados a la salud mental ya que “nos dicen que están haciendo cosas, pero queremos que eso sea explicitado y saber exactamente qué se está haciendo y cuándo se va a concretar porque creemos que estamos en una situación límite”, indicó.
“Va mucho mas allá de nuestro control”
Luego de estos tres episodios, y tras haberse visto muy afectados por la situación, los alumnos de Letras organizaron por su cuenta una serie de charlas abiertas denominadas “Hablemos de lo que nos pasa” donde se abordó la prevención del suicido y lo que se conoce como la posvención del suicidio; además del estrés que muchas veces padecen los estudiantes universitarios.
“Son actividades que hemos llevado a cabo nosotros como estudiantes y como organización de alumnos preocupados por la situación con el apoyo de los docentes. Nosotros tenemos una revista que se llama Caligrama y aprovechamos ese alcance para poder hablar de lo que nos pasa entre nosotros. También porque creemos que este tipo de charlas tiene más alcance si viene por iniciativa de los propios estudiantes”, explicó.
No obstante, a pesar de la buena voluntad de los jóvenes como estudiantes y ese afán de ayudar, por poner en escena el tema del suicidio, se han visto desbordados ya que empezaron a llegar consultas de todo tipo y de estudiantes de todas las carreras.
“En la cuenta de Instagram de la revista Caligrama hemos recibido muchísimas consultas de todo tipo, por ejemplo cómo acceder a psicólogos, cómo acceder a ayuda, y no sólo de la carrera de letras sino de todas las carreras. Eso nos da indicio que es una situación en la cual mucha gente está involucrada”.
Incluso, explicó que han recibido consultas en horas de la madrugada “y nosotros como estudiantes, con la poca información que tenemos sobre el tema, tratamos de colaborar e indicamos a donde pueden remitirse, de circular los números que se nos han proporcionado, hemos intentado hablar y acompañar, pero queda en evidencia que la situación va mucho más allá de nuestro control por eso es necesario que la facultad tome cartas en el asunto”, finalizó Nazaruk.