Arrancó el movimiento en los CAPS para los controles pediátricos y el pedido de los certificados de aptitud física para presentar en las escuelas. Resulta que, en algunas instituciones, solicitan el control médico entre los requerimientos para inscripción. Desde el CGE recuerdan que la certificación puede hacerse una vez al año y en el cumpleaños del alumno, para no sobrecargar el sistema sanitario ante la demanda de turnos al principio de año.
El director de Educación Física del Consejo General de Educación, Horacio Nacke, contó a PRIMERA EDICIÓN que “el tema del certificado de aptitud física es algo que se trabaja hace años en conjunto entre Educación y Salud Pública”. Aclaró que “la idea es dar un seguimiento a la parte física de los alumnos y la certificación caduca en la fecha de su cumpleaños. Esto se estableció para evitar un colapso en los Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), como pasaba siempre al comienzo del año”.
A pesar de tener un vencimiento anual, algunas instituciones ya comienzan a pedir los estudios médicos al momento de inscribir a los chicos para el inicio del ciclo lectivo. Al respecto, el funcionario relató que “las escuelas tienen su autonomía en este requerimiento, pero sin llegar a una obligación”. En este sentido, aseguró que “es una cuestión de seguimiento de salud de sus hijos y un trabajo de concientización para los padres”.
Nacke explicó que en el regreso a la presencialidad plena “son cada vez menos los alumnos que no presentan los certificados de aptitud física. En su mayoría todos los alumnos tienen porque van al pediatra o acuden a ponerse las vacunas y entonces aprovechan para sacar el certificado”.
Más allá de la exigencia de las instituciones educativas, recordó que “los controles pediátricos regulares ayudan a detectar cualquier otro tipo de situaciones”.
En la experiencia con los tutores y los controles médicos, señaló que “todos los padres que tienen niños, más si tienen ciertas patologías, siempre están con los controles médicos al día y con sus certificados hechos”.
Los operativos
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN la directora general de Salud municipal, Liliana Stepanenko, explicó que “desde la semana pasada con la Secretaría de Salud retomamos los operativos integrales, en los cuales ofrecemos la atención tanto clínica como pediátrica y realizamos los certificados de aptos físicos escolares”. Estos certificados “se realizan a demanda, cuando se acercan los pacientes para el control pediátrico para que los chicos, una vez que empiecen la escuela, puedan hacer educación física, ya que sino no se lo permiten”.
En el requerimiento de este tipo de certificación al principio de año, contó que desde su experiencia como pediatra “en el ámbito privado y en el público a los padres les cuesta conseguir los turnos, así que la idea es brindar una solución en estas circunstancias”.
Por otra parte, señaló que “en los CAPS municipales, donde por ahí no contamos con una gran cantidad de turnos, decidimos organizar operativos con pediatras y nutricionistas, donde completamos el esquema nacional de vacunación y COVID. Esto se ofrece a demanda, de 7 a 11 horas, para evitar horarios de calor”.
Más allá de los controles en los operativos municipales, Stepanenko aclaró que “esto no reemplaza el control pediátrico que deben realizarse los niños con sus pediatras de cabecera”.
En cuanto a la inmunización de la población pediátrica, resaltó que “la idea es también completar los calendarios de vacunación. A veces los padres se olvidan, o no saben si tienen que poner las vacunas, así que la idea es tenerlo actualizado”.
A nivel municipal, durante el año planean continuar con los operativos sanitarios en los barrios. Sobre esto, indicó que “todos los miércoles tenemos planeados, con un cronograma previo organizado por la parte de Desarrollo Social, donde accedemos a zonas donde tienen dificultades en el acceso a hospitales, por distancia o por falta de turnos”.
Con estos operativos, “aparte de los certificados de aptitud física, hacen control a niños y también a adultos mayores, que por ahí no pueden acceder a una atención clínica o tienen alguna discapacidad”.
Liliana Stepanenko precisó que, en la atención médica, “tanto la parte clínica como la pediátrica es la más demandada”. En cuanto a la dificultad de turnos médicos, respondió que “la demanda de la gente supera la cantidad de profesionales disponibles”.
Todavía notan las consecuencias físicas del aislamiento
Más allá de ser una materia dentro de la currícula escolar, la educación física es considerada una parte importante para el desarrollo social y cognitivo de los chicos. En este proceso, la pandemia y estar en los hogares por un tiempo prolongado afectó a muchos niños, por el sedentarismo y la falta de actividad deportiva. Tal es así que, en algunos casos, llegaron a presentar dificultades motrices, sobrepeso y obesidad.
Sobre este tema, el director de Educación Física del CGE, Horacio Nacke, señaló que “se notó mucho con el regreso luego de la parte más dura de la pandemia toda la falta de actividad física en los alumnos”.
En la parte física, compartió que “los chicos fueron afectados en la parte motriz, más que nada los niños de 5 años para arriba, donde pasan por una etapa de adquisición de experiencias motrices”. En este tipo de consecuencias, aseguró que “aunque parezca poco, fue más de un año sin una actividad y esto se vio reflejado en los chicos, a los cuales les cuesta desplazarse, hacer lanzamientos, cuidar su coordinación y equilibrio”.
Al momento de regresar a una presencialidad plena en las escuelas, Nacke contó que “desde el área de Educación Física, hubo un replanteo de cómo tomar a los alumnos para comenzar a trabajar con ellos”.
En cuanto a los resultados al retomar las experiencias con actividades físicas y deportivas en las escuelas, Nacke indicó que de este tipo de afectación en lo motriz “recién ahora se está comenzando a salir de esta situación, cuando la pandemia comenzó hace más de dos años”.
En un trabajo directo con los alumnos en el momento en que regresaron a las escuelas, recordó que “hablando con los docentes estos manifiestan que los chicos todavía tienen una necesidad excesiva de hablar entre ellos. Por esto, en las escuelas hubo un trabajo en conjunto para ayudar a la expresión corporal y lograr liberar estas energías, para tener una mayor fluidez educativa”.