“Precios Justos”, el nuevo intento del Gobierno para intentar hacer andar un viejo fracaso, difícilmente tenga un final distinto al de “Precios Cuidados” y los otros ensayos por contener la escalada inflacionaria.
Que se anuncie una canasta de más de 1.500 productos cuyo congelamiento está por verse de aquí al año que viene no modifica la dinámica inflacionaria sobre los otros millones de productos que no entran en el acuerdo que el Gobierno firmó con empresarios.
Es más, los rubros en Argentina son tantos y todos siguen el mismo camino cuando de precios se habla.
Por ello, es de esperar que el efecto de contener los precios sobre unos cuantos cientos de productos no incline tanto la balanza como pretende o afirma Economía.
La maniobra por contener el Índice de Precios al Consumidor mediante controles y multas ya lleva casi una década de existencia y los resultados están a la vista. Solamente este año se igualaron varios récords históricos de incremento de precios.
No por ello debe despreciarse el intento por contenerlos, pero vuelve a llamar la atención que la creatividad y la técnica que se precisan para frenar la inercia de los precios se vuelva a agotar en un control.
Así las cosas, intentar “vender” el nuevo programa como “parte de la hoja de ruta para llegar al 3% de inflación mensual en diciembre del año próximo” tal y como lo hizo la Secretaría de Comercio Interior, suena a demasiado.