El jueves a la nochecita, tres días después que se hiciera pública su estadía en esta ciudad, Fabián Tablado habría abandonado la provincia en medio de expresiones de repudio sociales e institucionales, una denuncia penal y la amenaza de una concentración cívica de rechazo frente a la Fundación Filipos que le dio cobijo, al igual que hace con cientos de personas condenadas por la Justicia que no tienen donde vivir luego de quedar en libertad.
Por lógicas razones, su nuevo destino se mantiene en resguardo.
También integrantes de la Fundación Filipos dieron cuenta de su salida de la provincia a otros medios de comunicación, pero quedaba un margen de duda.
De hecho, a principio de esta semana, cuando trascendió que Tablado estaba viviendo en Misiones luego de tener que salir de Córdoba y no poder instalarse en Santa Fe, Buenos Aires y Corrientes, el referente de la fundación, el pastor Carlos González, negó que se encontrara en la sede de la institución, con domicilio en avenida Uruguay casi Barrufaldi. Un día después, el propio pastor se desdijo ante la Policía.
Tablado cumplió su condena en diciembre de 2021: 24 años por el asesinato con 113 puñaladas de Carolina Aló, dos años y medios por amenazas a su exesposa y madre de sus hijos, y un año por desobediencia por violación de la restricción.
Su exnovia, con quien vivió en Bell Ville (Córdoba), ni bien salió en libertad, no lo denunció pero sí lo hicieron sus vecinos tras escuchar una discusión de la pareja.
Convocatoria suspendida
En cuanto a la convocatoria prevista para ayer, organizada por los vecinos del barrio Palomar para repudiar la estadía del exconvicto en Posadas y en las inmediaciones del barrio, nadie acudió.
En un momento se manejó la posibilidad que, de igual manera se realice una movilización, ya que a pesar que el Estado provincial confirmó que el femicida se retiró de la provincia, en las redes sociales miles de usuarios misioneros se mostraron incrédulos con esta versión, asegurando que la intención de estos dichos eran frenar la manifestación de los vecinos y encubrirlo.
Asimismo, la pérdida de credibilidad se dio, en parte, a raíz que la Fundación Filipos que acogió a Tablado, al comienzo no admitió que lo albergaba en su sede. Además porque Tablado mintió a la Justicia Federal declarando un domicilio céntrico real pero donde nunca estuvo, siendo desmentido por el propio dueño.