El abigeato, entre diversas expresiones del delito rural, vuelve a crecer en diferentes puntos del territorio provincial, según remarcaron desde el sector de la producción. De esa manera, las pérdidas económicas, producto de los hechos delictivos, se suman a un complejo contexto que enfrentan los productores para mantener la actividad intentando superar la escalada inflacionaria a nivel nacional que reduce el margen de estabilidad general por el crecimiento de los costos.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Víctor Chamula, productor e integrante de la Asociación Ganadera de Comandante Andresito comentó que “el problema del abigeato había calmado bastante en la zona, prácticamente desapareció en los últimos dos o tres meses, hasta que en estos últimos días empezaron a aparecer las órdenes para liberar a los presos. Y a partir de ahí volvieron los delitos rurales”.
En ese sentido, relató una compleja situación que atravesaron la semana pasada por el robo en una propiedad familiar y posterior faena de un “animal vacuno, hembra, raza Brangus colorado, de aproximadamente 350 kilos, vaquilla élite adquirida en un reciente remate en Gobernador Virasoro, utilizado en la extracción y congelamiento de embriones para trasplante embrionario y valuado en un millón de pesos, aproximadamente”, según consta en la denuncia policial que realizaron.
“El problema gravísimo que tenemos, específicamente con la faena de esta vaquillona, es que el equipo profesional de la Asociación Ganadera (de Andresito), veterinarios, agrónomos, la comisión directiva, venimos trabajando hace años por el mejoramiento genético de toda la ganadería haciendo inseminaciones, entre otras cosas. Para ello, se montó un laboratorio en el predio de la institución encabezado por el doctor Javier Hamann”, contó.
A lo que sumó que “los profesionales se juntaron para empezar a trabajar con transferencia embrionaria, para eso se necesita la fábrica de embriones que son las vaquillas que se compraron. La que faenaron ahora la pagamos un millón setecientos cincuenta mil pesos para extraerle los embriones, y los tipos vinieron la faenaron y se comieron la carne más cara del mundo”.
Pagamos el IVA y estamos debiendo la vaquilla. O sea que ahora cada vez que vamos a pagar la cuota de la vaquilla es como llamar a los chorros para seguir regalándoles nuestra plata”, recalcó.
Por esto, consideró que “destruyeron dos cosas principalmente; con la fábrica de embriones afectaron un proyecto, y lo peor es que también destruyeron la moral, el entusiasmo, la dedicación, y la inversión que están haciendo los profesionales jóvenes para apostar al mejoramiento y crecimiento”.
En esa línea, cuestionó el avance de “la delincuencia y los jueces corruptos que sueltan a los delincuentes trayendo todos estos resultados negativos para la sociedad. La Justicia no para a la delincuencia”.
Además adelantó: “Vamos a hacer una manifestación en Comandante Andresito, con los productores, comerciantes, población en general, porque todos están hartos de estas cosas”.
La policía se mata trabajando y agarrando delincuentes, nosotros también para avisar todo lo que pasa, pero no tenemos respuesta de la Justicia y estamos cansados”, criticó.
En tanto que Sergio Delapierre, integrante de la mesa chica de los Productores Autoconvocados, señaló a este Diario que “hay un gran descontento con el tema de la falta de castigos para los delincuentes, en lo que también entra el abigeato. Lo que no podemos entender es que no hay un castigo suficiente para los que cometen delitos, acorde al daño que están haciendo”.
“Siempre están las fuerzas policiales que tratan de combatir el delito, agarran a los delincuentes, pero después el juez -a veces- dice que no tiene elementos porque el delito se cometió en un lugar solitario sin testigos, entonces en general se libera rápidamente al que cometió ese daño”, apuntó y añadió que “la Cámara de Representantes debería preocuparse en modificar las leyes y los códigos procesales de la provincia. Para esto hay propuestas que ya se presentaron, con el objetivo de darle más fuerza a los castigos que merecen los delincuentes y se defienda mejor los intereses de los productores”.
Otros reclamos
Al mismo tiempo, Delapierre destacó que desde el sector de los productores también observan que “en algunos momentos la policía rural en sus destacamentos no tiene todos los elementos que necesitan. A veces cuesta tener una camioneta 4×4, en algunos destacamentos rurales tienen 4×2 y, según lo que hemos hablado con ellos, sucede que en momentos de lluvias y por el pésimo estado general de los caminos del interior los policías no pueden investigar o meterse en los caminos que llevan a las chacras”.
Además, “otra queja frecuente de los productores se relaciona a que muchos intendentes le prestan más atención a realizar obras en los lugares urbanos, cerca de la ruta o la plaza principal donde circula mucha gente, pero le dan muy poca atención a los caminos internos. Hay un pésimo manejo de las alcantarillas, arreglan un camino y rápidamente se rompe cuando llueve porque no atienden correctamente el alcantarillado”, indicó.
En las intendencias se está perdiendo la cultura de mantener los caminos del interior que es por donde sale la producción y le permite tener fondos al municipio. Es un problema conceptual que se debe cambiar”, finalizó.