El crudo testimonio del productor ganadero de Esperanza, Walter Köhnke, pone en alerta a los productores autoconvocados del norte misionero por la inseguridad rural.
Es la tercera vez en pocos meses que es víctima de abigeato, afectando ganado propio y de terceros que deberá pagar. Köhnke estimó que le llevará un año y medio de trabajo poder recuperar lo perdido para saldar el pago a terceros.
Lamentablemente, este no es el único caso que reactivó la preocupación de los productores. En Delicia, están detrás de una banda que se dedica al robo de madera, de manera muy organizada y todo hace indicar que con zona liberada para ello.
No dista mucho de lo que ocurre con el ganado en Esperanza. Y fue por ello que Walter Köhnke pidió “apoyo y predisposición política” de las autoridades para revertir este doloroso panorama.
En el norte provincial, algo que reconocen hasta los propios afectados, se venía trabajando muy bien con la Policía de Misiones para actuar de manera inmediata. Sin embargo, en los últimos días, todo cambió para mal. Este paso atrás significó nuevos golpes de quienes viven de lo ajeno, actuando con mucha saña, al punto que no sólo roban y faenan sino que también dañan con heridas de armas blancas al resto de los animales que, por la situación, terminan sacrificados.
Este llamado de atención para los responsables de la seguridad en Misiones, tiene dos caminos: la rápida respuesta oficial para terminar con estas organizaciones criminales (a pesar que los delitos son excarcelables y nuestra Justicia provincial hace poco y nada por el juzgamiento); o la movilización nuevamente de las víctimas de los robos que ya se están organizando con ese fin.
En los próximos días, como dijo Walter Köhnke, deberá definirse por dónde va la penosa realidad.