Podemos querer trabajar nuestros glúteos por gustos estéticos, donde se busca un resultado visual. Pero más allá de los cambios que puedas ver en espejo, sin duda lo más importante son los beneficios que tiene que tener esta zona del cuerpo bien fuerte.
El glúteo está formado por un grupo de músculos grandes y fuertes que desempeñan importantes funciones tanto en nuestro movimiento como en nuestra postura corporal.
¿Cómo está formado?
El glúteo está formado por varias estructuras, pero principalmente por tres músculos: el glúteo mayor, el medio y el menor, y cada uno de ellos y en su conjunto tienen varias funciones.
El mayor es el más grande y el que más conocemos. Su principal función es la extensión de la pierna, también nos permite agacharnos y saltar.
Los medio y menor se encargan principalmente de la abducción de la cadera, alejar nuestra pierna del centro de nuestro cuerpo de forma lateral.
Los tres músculos tienen, además, un papel muy importante en la estabilización de la pelvis, en el mantenimiento de una postura correcta, neutra, para que la pelvis no se vaya ni muy para atrás ni muy para adelante.
¿Qué pasa cuando falta trabajarlo?
Cuando no están lo suficientemente fuertes, muchas veces la primera que sufrirá será nuestra espalda.
Es importante que tenga fuerza y elasticidad.
Cuando hacemos una rutina diseñada a nuestros objetivos, debemos hacerlo de manera integral, haciendo hincapié en nuestra salud y en optimizar nuestra fuerza funcional.
Un cuerpo fuerte nos permite evitar dolores, nos da la posibilidad de tener una vida activa sin limitaciones.