Según datos estadísticos que dan cuenta del mercado de consumo de infusiones en Argentina, el té se ubica en torno a los 7,5 kilos anuales por habitante.
De este volumen, la participación de té nacional sólo alcanza los 170 gramos, cuya cifra es el equivalente a 85 saquitos de té al año.
Con esos números por el suelo, los productores de té en Misiones piden la intervención de los gobiernos nacional y provincial para que se impulse una fuerte promoción del producto, principalmente teniendo en cuenta lo beneficioso que es su consumo para la salud.
“Nuestro sector tiene nuevas ideas y posibilidades para trabajar en el mercado interno del té, dentro del país, ya que la población argentina es principalmente consumidor de café, siendo que casi no existe el cultivo de ese producto en nuestro territorio, salvo un pequeño emprendimiento, ya que el resto es todo importado”, contó el dirigente de APAM y productor tealero, Cristian Klingbeil.
Y se explayó: “Nos preguntamos por qué importamos café, siendo que producimos té y es la segunda bebida más consumida del mundo después del agua. Pero en Argentina no tenemos la cultura del té, que no sólo es un producto milenario, sino que otorga beneficios para la salud”.
“Sucede que eso hay que instalarlo culturalmente y no lo puede hacer el sector productivo, le corresponde al Estado. Nuestra propuesta es trabajar sobre esto y ver cómo promocionamos nuestro té”, enfatizó Klingbeil en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, la radio de PRIMERA EDICIÓN.
Normas de seguridad
Misiones tiene uno de los tés menos contaminados del mundo, porque las exigencias de seguridad e higiene se cumplen a rajatabla.
“Trabajamos con la constante capacitación a los productores y eso posiciona. Eso nos da mucha tranquilidad. Nos controlan muchísimo, en lo respectivo al cuidado de nuestra salud, lo ambiental, el agua, nuestros árboles nativos. Eso es algo realmente muy bueno. Lamentablemente, esto no logra traducirse en una mejora para los precios”.