Este martes sigue cerrado en Mercado Central de Posadas. Los operadores bloquearon el acceso y descargaron camiones con frutas y verduras para regalar a los que pasen por el lugar.
“En vez de tirarla por estos días que no estamos trabajando, preferimos entregarla a los vecinos de la zona”, explicó hoy Fabián Florentín en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
El operador aseguró que la donación “fue de forma ordenada, hoy pudimos entregar algo y mañana nos organizaremos para seguir entregando más mercaderías”.
La medida de fuerza es una continuidad del conflicto que tienen los empresarios con el gremio de changarines que maneja Diego “Bruja” Silveira, un miembro de la CGT (antes fue de la CTA) que tiene vínculos y fotos con varios dirigentes de peso del Frente Renovador y un acuerdo con el presidente del Mercado, Jorge Brignole, quien le cedió un puesto en comodato, sin licitación, libre de canon y que no pagaría ni siquiera la luz.
La situación está empezando a sentirse en los barrios, cuyos revendedores deben buscar productos en las ferias francas, en el Mercado Concentrador del barrio Santa Rita o se quedan sin stock en sus comercios. Incluso provoca aumento de los precios por la escasez.
Los operadores, que son empresarios que concesionan puestos dentro del Mercado, sugieren que Brignole le permite al gremio mantener un negocio ilegal que vendería entre 20 y 30 millones de pesos por semana, porque tendría algún tipo de acuerdo con Silveira, de lo contrario tendría que ordenar el cierre de ese local, que funciona en un espacio cedido para actividades gremiales. Ese local está ubicado estratégicamente en la entrada del predio y todos los vehículos que ingresan deben pasar por ahí antes de llegar a los otros comercios.
Además del puesto de venta irregular, hay otra cuestión. Denuncian que Silveira usa a los afiliados del gremio para obtener beneficios económicos: que exige la exclusividad de venta a clientes paraguayos, de lo contrario realiza medidas de fuerza.
Como ese pedido fue rechazado, aseguran que el sindicalista comenzó un reclamo para incrementar de 20 a 30 pesos el costo de cada bulto descargado de los camiones. Y que eso sería una extorsión.
El sindicato tiene el monopolio de la descarga de bultos y el precio se negocia con los operadores. Nadie puede descargar nada a mano sin la autorización del gremio. Para eso hay más de cien changarines que recorren el predio y hacen cumplir ese acuerdo.
El conflicto ya lleva varias semanas y nadie del Gobierno les dio una respuesta a estos reclamos.
“Estamos regalando la mercadería que estamos perdiendo en estos días que no abrimos el mercado. Nos cuesta mucho pero como tenemos las manos atadas no nos queda otra alternativa que expresarnos así”; dijo Fabián Florentín, uno de los operadores.
Agregó que el lunes fueron a Casa de Gobierno “a conversar con otras personas ya que con la autoridad del Mercado no podemos hablar, no nos sentimos identificados, varias veces hemos hablado y nos encontramos con mentiras, todo muy turbio, no creemos en su palabra ni en su política porque nos viene demostrando hace años con esto de dejar abandonado al colono, otro día al comerciante”.
“Estamos buscando otro intermediario, esto no es una campaña política, nadie busca ningún cargo ni somos opositores. Solamente estamos pidiendo a alguien del Gobierno pueda traer una voz, una garantía, porque con esta conducción el Mercado está desnaturalizado, peligroso, hay una competencia desleal, así no podemos seguir trabajando”, remarcó.
La respuesta del gremio
El sindicalista Diego “Bruja” Silveira dio sus explicaciones y negó acusaciones ayer en declaraciones a efectuadas FM Express. “Acá el Mercado sigue operando normalmente”, dijo a pesar de que los otros locales no abrieron. Brignole también publicó en su estado de Whatsapp que abrió en forma normal.
Sobre el conflicto con los empresarios, “Bruja” explicó que “hay que sentarse y solucionar con el Ministerio de Trabajo porque hay una mesa de diálogo entre empresarios, las autoridades del Mercado y los trabajadores”.
Consultado sobre el comercio que montó el gremio, Silveira dijo: “Hace seis años teníamos mucha gente desocupada, somos más de 300 y había trabajo para 170 personas, nos pusimos de acuerdo con el Presidente y nos cedieron un punto de venta para no dejar sin trabajo a los compañeros que en ese tiempo no había trabajo”.
Acusó a los empresarios de que “algunas cosas les molestan porque nunca transé contra los compañeros estibadores”.
Y desmintió aprietes o situaciones de violencia: “Acá hay policías las 24 horas. Si hay inseguridad, violencia o amenazas, hace rato se iba a informar por la fuerza policial, nunca hubo violencia ni amenaza”, negó.
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