Los usuarios siguen siendo “rehenes” del Grupo Z y no es noticia nueva. Es que, a pesar de las promesas de la empresa de mejorar el servicio a cambio de millonarios subsidios, miles de personas son perjudicadas por el cierre nocturno de las estaciones de transferencia UNaM y Quaranta, la poca frecuencia de unidades y los lugares donde cargar la tarjeta SUBE Misionero.
La impotencia de los vecinos que deben utilizar el colectivo es reiterada. “Queremos que se cumpla lo que prometieron”, dijo Mariana Zaracho, referente de la Asociación de Usuarios de Colectivos.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones expresó que la lista de pendientes de la empresa con los usuarios “es una obligación, algo que nos deben y que deben cumplir con nosotros, no es que tenemos que estar contentos porque la Municipalidad lo va a hacer cumplir, es algo que lo tenían que cumplir desde un primer momento”.
Añadió que “ojalá que lo hagan cumplir en serio y que sea pronto. Esto es algo que tenía que haber ocurrido antes”.
Referido al proyecto del edil Pablo Velázquez, que entre otros puntos busca que se extienda el horario nocturno de las dos estaciones de transferencia, dijo que “ojalá que ahora sea hasta las 0 horas y después se pueda ir extendiendo el horario, ya que hay muchas personas que trabajan de noche y a esa gente se le complica muchísimo ir hasta Itaembé Miní o cualquier otro lugar”.
Falta de frecuencias
Muchos son los usuarios que deben viajar como “ganado” en las unidades debido a la falta de frecuencia de colectivos en horarios pico, fines de semana y feriados.
Zaracho contó lo que sufre viajar, por ejemplo, de Posadas a Candelaria. “La cantidad de gente que sube en el colectivo es muchísima, no hay lugar para una aguja, literalmente venimos colgados. En los tres colectivos que tomamos para ir a Candelaria íbamos todos amontonados”, dijo.
La poca frecuencia de colectivos habla de un servicio deficiente -desde hace mucho- y los usuarios son los únicos perjudicados. Al respecto, Zaracho expresó que “esto debe hacer cumplir la Municipalidad. hace mucho venimos pidiendo soluciones e incluso pedimos el ingreso de otras líneas, pero nunca nos escucharon, hacen oídos sordos. Ya que no nos quieren cumplir con esta línea, entonces por lo menos que cumplan con esta línea que ellos defienden, que trabajen como corresponde”.
Añadió que “juntamos miles y miles de firmas para el ingreso de otras líneas, presentamos esa nota en distintos lugares e incluso pedimos una audiencia con el intendente, eso fue el año pasado, sin embargo no hemos obtenido respuestas de ningún lado (…) Da un poco de impotencia”.
Una SUBE que no funciona
Otro de los puntos importantes que acumula meses y meses de reclamo es referido a los límites y los pocos lugares de recarga de la deficiente tarjeta “SUBE Misionero”.
En ese sentido, la referente de la Asociación de Usuarios de Colectivos ejemplificó que “en Itaembé Miní solo hay un lugar donde se puede cargar crédito en la tarjeta”.
Dijo que “por ahí con la SUBE la gente tiene un poquito de descuento, por eso tendría que haber lugares de recargas en los distintos lugares”.
Explicó que “la habilitación de la SUBE digital sería beneficioso para todos”, pero desde la comisión de Transporte y Tránsito del Concejo Deliberante capitalino y la Secretaría de Movilidad Urbana, que es la autoridad de control, siguen dilatando esa posibilidad que beneficiaría a los vecinos.
La implementación de la SUBE digital “debe avanzar y debe avanzar ser rápido, porque mientras tanto los perjudicados somos nosotros los usuarios”, explicó.
Y agregó que “el pedido no es nuevo, viene de hace años y el problema se va acrecentando, van cambiando los concejales, pero ninguno ayuda a resolver el problema de fondo“, cerró.