Cada 5 de mayo hay actividades de concientización para brindar información sobre la celiaquía, un trastorno que afecta a cerca del 1% de la población mundial. En Misiones, aumentan los diagnósticos de pacientes con esta afección crónica. Los síntomas son más fáciles de detectar en población pediátrica, pero la enfermedad puede despertarse en cualquier momento de la vida.
Gabriel Verón, médico gastroenterólogo del Hospital de Pediatría de Posadas, contó a PRIMERA EDICIÓN que desde su incorporación al servicio en octubre del 2021 hasta la fecha “llevamos 30 pacientes diagnosticados de enfermedad celíaca. Es un número bastante importante y tenemos muchos más en seguimiento, tanto en Posadas como en el interior, con sus médicos de cabecera”.
Para el tratamiento, “el trabajo es multidisciplinario, junto a nutricionistas y especialistas para el manejo integral del niño”, añadió.
Desde el punto de vista clínico compartió que “la enfermedad celíaca, de acuerdo a las últimas guías de gastroenterología, la definen como una condición crónica, es decir, que el paciente la tiene a lo largo de su vida”. Aclaró que “se trata de una condición sistémica, no sólo afecta la parte digestiva, sino otros órganos. También es de carácter inmunológico y suele darse en pacientes que tienen predisposición a desarrollar esta enfermedad”.
Esta afección además “puede desarrollarse en la parte pediátrica, adolescencia, en la adultez e incluso puede no desarrollarse a lo largo de la vida”, comentó. A nivel mundial, se habla de que el 1% de la población presenta esta condición. “En el país, los niños con enfermedad celíaca están en un promedio de un diagnóstico cada 79”, resaltó Verón.
Desde la parte pediátrica, señaló que “hacemos énfasis en la pesquisa de pacientes con síntomas de alarma”. Para la detección de esta condición “pueden darse síntomas digestivos, como diarrea crónica, dolor abdominal, estreñimiento. Pueden existir también otros síntomas intestinales, como la anemia, las aftas orales, lesiones en la piel, alteración del esmalte dental y en el crecimiento, en peso y talla, que suele ser la mayor señal de alerta para los pediatras”.
Pacientes de riesgo
Por otra parte, el gastroenterólogo señaló que “en pediatría tenemos grupos de riesgo para pesquisa activa, como son los familiares de primer grado de pacientes celíacos, los más cercanos, como hermanos. Además, los pacientes con enfermedades de tiroides, hepáticas, diabetes o chicos con síndromes, como Down, tienen predisposición a desarrollar esta patología”.
Asimismo, diferenció “que el paciente pediátrico está en constante crecimiento, entonces cuando se ve afectada la absorción nutricional, se notan más las complicaciones y se da el diagnóstico de esta enfermedad”.
La urgencia en el diagnóstico en la parte pediátrica se da porque “cuando los chicos no alcanzan un buen desarrollo para los 14 o 15 años, tienen que convivir con esas complicaciones para el resto de su vida”, agregó.
En la pesquisa para pacientes con síntomas de celiaquía precisó que “consiste en una determinación en sangre de un anticuerpo antitransglutaminasa y el dosaje de inmunoglobulina (IgA). En aquellos donde los anticuerpos son elevados, el diagnóstico definitivo es endoscópico, se hace una biopsia del intestino delgado, procesado por un patólogo. Si se confirma un daño a nivel de intestino delgado, se confirma diagnóstico de celiaquía”.
El drama de las familias
Claudia Hintz, de la agrupación de celíacos de Oberá, contó a PRIMERA EDICIÓN que, hace 15 años, “cuando el médico sale y te dice ‘tu hijo es celíaco’ uno no sabe para qué lado correr”. En ese momento, “tuve que buscar información y me contacté con una señora de una farmacia que me fue de gran ayuda para buscar en mercados los productos”. Para conseguir insumos, como harina de arroz o premezcla, “había tres lugares y tenía que pagar el precio que venía, porque no había otra”.
Remarcó que “no sé cómo harán familias con más de una persona con celiaquía, que las hay, porque el medio kilo de premezcla, que se usa para la mayoría de los alimentos en lugar de ocupar harina de trigo, estará entre 600 a 800 pesos”.
Fue así que se conformó un grupo de madres, donde “nos reunimos, contactamos gente que sabía de cocina, trajimos médicos para charlas sobre la celiaquía, nos informamos y compartimos dónde podemos comprar”.
En Oberá, “ahora tenemos muchas más variedades que hace unos años, pero los alimentos no son para nada accesibles en cuanto al precio. Cuando tienen el logo apto para celíacos, cuesta un 20 o 30% que otro producto en una misma góndola”, agregó.
Para las familias “con los costos actuales no resulta nada fácil la alimentación. En Oberá tenemos muchos adultos mayores que no encuentran una asistencia. Entonces, entre todas las madres, tratamos de mandar una ayuda a abuelos a través de colectas”.
La necesidad de un menú para personas celíacas
La agrupación de celíacos de Oberá realizará hoy la campaña “Soy celíaco, no extraterrestre”, con un recorrido por el centro de la ciudad para brindar información.
En comunicación con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Mariana Jaquet, contó que “nos pasa a los celíacos que al tomarnos un colectivo de larga distancia y pedir un menú te dan el mismo que al vegetariano. En realidad, lo que no podemos comer es harina de trigo, avena, centeno y cebada (TACC), por una intolerancia crónica que tenemos en nuestro cuerpo, que no procesa esas proteínas. Por ello, la única solución es evitar estos alimentos o todo lo que esté contaminado con sus proteínas, como los utensilios para la cocina, compartir el mismo plato”.
Con la agrupación de Oberá, “compramos productos para ayudar a las personas de los barrios, como harinas, huevos en polvo, productos sin lactosa”, añadió.
En la ciudad, recordó que “conseguimos la góndola exclusiva, que en Posadas e Iguazú ya tenían. Ahora, pedimos que, en los restaurantes, por lo menos tengan un plato para celíacos, porque es un riesgo salir a cenar y que te haga mal, simplemente por la contaminación cruzada”.
Alertó que, más allá de las estadísticas actuales, en celiaquía “puede ir incrementándose el número de casos porque las harinas cada vez vienen más refinadas y tienen muchos químicos que el cuerpo no está preparado para procesar”.
Lamentó que en Argentina “todos los alimentos saludables tienen precios elevados”.
Sin embargo, destacó que “Misiones es una provincia vanguardista al unirse a la Ley de Celíacos y tenemos productos que llegan a los comercios, junto con la obra social provincial, que otorga una caja con alimentos para celíacos”.
En lo cotidiano, Jaquet compartió que “al principio, cuando te dan el diagnóstico, uno se asusta y no sabe qué hacer. La primera solución la encontré en el grupo de celíacos de Oberá, donde te dan información y contención”.