El presidente del Consejo General de Educación (CGE), Alberto Galarza, habló con PRIMERA EDICIÓN sobre la libreta abierta y los motivos por los que, durante la pandemia, se transformó en lo que considera la única opción para que miles de estudiantes no queden fuera del sistema educativo.
Técnicamente, la libreta abierta es la opción que se le dio al alumno de seguir cursando la secundaria sin haber aprobado todas las materias. Significa la suspensión del régimen de promoción y evaluación del nivel secundario vigente desde 2013 que amplió de dos a tres las previas que pueden llevar los alumnos para promocionar de curso. Este régimen fue aprobado en Misiones por la Resolución 6.277/13 del Consejo General de Educación, en consonancia con la Resolución 188 de ese mismo año del Consejo Federal de Educación (CFE).
Paralelamente a la libreta abierta, las autoridades educativas provinciales aprobaron en abril de 2020, por Resolución 477 del CGE, nuevas opciones de evaluación diferentes a la evaluación frente a jurado docente: trabajos de investigación, resolución de problemas, trabajos prácticos y presentación de proyectos.
“Dimos estas opciones al docente para que los estudiantes que en tiempo de pandemia no pudieron ir a la escuela, puedan regularizar su situación. Creemos que esto ayudó mucho a la regularización de las materias… más de 9.000 estudiantes pudieron rendir sus materias con este sistema en 2020. Y esta resolución sigue vigente”, destacó Galarza.
Libreta abierta ¿hasta cuándo?
Aunque consideró que “personalmente creo que tiene que terminar la libreta abierta en abril próximo porque, al terminar la emergencia sanitaria se debe volver al régimen académico vigente”, el presidente del CGE aseveró que esta medida alternativa y excepcional fue tomada con el objetivo de retener a los alumnos en la escuela.
“En términos de políticas educativas, la pandemia nos va a dejar un tendal de estudiantes afuera del sistema, que es lo que estamos tratando de evitar, protegiendo la continuidad de los chicos dentro del ámbito escolar. Porque dentro del ámbito escolar tenemos opciones y posibilidades de acompañarlos en sus trayectorias educativas, si abandonamos ésto les estamos soltando la mano. Ya antes de la pandemia, el 50% de los alumnos secundarios abandonaba antes de terminar y no queremos que ese porcentaje llegue al 70%”, argumentó.
Mínimos conocimientos
Galarza admitió que la función de formar a los alumnos está hoy en segundo plano, “es cierto que hoy la escuela está conteniendo a los alumnos como principal función pero la pregunta es ¿qué valor tiene echarlos del sistema? Por eso, desde el CGE queremos armar equipos que trabajen con los docentes en lengua y matemática porque es donde más se verá en el futuro… tendremos chicos que llegarán a quinto sin saber leer y escribir. Por eso, necesitamos fortalecer estas áreas”.
En este contexto, admitió que “como Estado, tenemos la responsabilidad que los alumnos aprendan lengua y matemática como mínimo porque sino está condenado al fracaso. Pero si los echamos ahora del sistema educativo, ni siquiera tengo esa opción porque dentro de la escuela todavía tienen posibilidades de aprender, pero afuera ya no tienen ninguna”.
Crisis de vieja data
La crisis que atraviesa la escuela secundaria no se originó como consecuencia de la pandemia, según admitió el funcionario.
“Ya antes de la pandemia, teníamos una gran cantidad de alumnos que se llevaban muchas materias y eso se agudizó estos dos últimos años donde aumentaron los estudiantes en riesgo pedagógico. Durante 2020 trabajamos en la promoción de las materias con sistemas alternativos y funcionó bien, pudimos acreditar más de 9.000 chicos que aprobaron materias pendientes. Creo que nos confiamos en 2021 porque pensamos que con el regreso a la presencialidad, esto se mantendría pero no fue así”, admitió.