El incendio forestal que comenzó ayer miércoles en paraje Oro Verde, en el municipio de Capioví, sigue sin dar tregua y da más trabajo a los brigadistas que combaten los focos activos de fuego.
En menos de 9 horas eran más de 700 las hectáreas quemadas en la zona ubicada al borde del río Paraná, según informó Bomberos Voluntarios de Capioví. Las llamas incluso amenazaron a la aldea mbya Tekoá Mini y el destacamento de Prefectura que se encuentra en el lugar.
Bomberos Voluntarios de Puerto Rico, Garuhapé, Capioví, Ruiz de Montoya, Jardín América, bomberos de la policía de Misiones y personal de diferentes dependencias policiales trabajan desde las 15 de ayer para tratar de sofocar los focos más grandes de fuego y controlar el incendio que aún sigue activo.
En el transcurso de la jornada se salvaron 9 casas de la zona, pero la situación en paraje Oro Verde es grave, dijo el intendente de Capioví, Alejandro Arnhold a la FM 89.3, la radio de PRIMERA EDICIÓN.
“Es una zona donde hay mucha producción de yerba mate, producción forestal de pino y eucaliptus, entonces el fuego se está esparciendo rápidamente por toda la zona costera”, había mencionado ayer Arnhold.
Incluso, la amenaza también estaba latente para Puerto Rico , ya que “el fuego avanza rápido”, dijo ayer Alejandro Rojas, jefe de Bomberos de Capioví, mientras el fuego se extendía hacia el norte de esta localidad.
A pesar de que el incendio parece grave, hasta este miércoles no se había solicitado el avión hidrante.
El fuego llegó a Puerto Paloma
La ciudad paraguaya de Puerto Paloma, en el distrito de Natalio, también se encontraba en alerta máxima y trabajando de manera intensa para sofocar los incendios que “cruzaron” el río Paraná y afectan a la zona.
Bomberos del Nordeste paraguayo se aprestaban a labores para apagar el fuego que se inició en la paraje Oro Verde y llegó hasta allí tras la voladura de chispas, según Itapúa en Noticias.
Ayer miércoles, unas nueve dotaciones de brigadistas trabajaban y evacuaron a las familias de la zona debido a que el fuego se tornó incontrolable, contó el mismo medio. Todavía hay focos activos.