El Ministerio de Salud Pública pedirá como requisito a las farmacias misioneras habilitadas para comercializar el autotest que garanticen la atención de los compradores en una fila alternativa, para evitar el riesgo que se mezclen personas que no saben si son positivas con pacientes con distintas patologías que acuden a adquirir sus medicamentos habituales. Así lo confirmó el ministro Oscar Alarcón a PRIMERA EDICIÓN antes de reunirse con referentes de este sector.
Un salto repentino en los contagios por COVID, acompañado de la alta demanda en los centros de hisopados fue el contexto en el cual la Administración Nacional de Medicamentos Tecnología y Alimentos (ANMAT) aprobó la venta del test de autoevaluación, mejor conocido como el autotest para detectar infección por coronavirus.
Si bien todavía no hay precisiones del precio, se estima que costarán entre 2.500 a 3.500 pesos, llegando al país aproximadamente la última semana de enero.
La inmediatez del resultado, la facilidad del procedimiento y el hecho de no trasladarse a los centros de testeos, hacen del autotest una propuesta novedosa cuando la consigna es cuidarse.
Se trata de un test rápido, de uso personal y de carácter orientativo, es decir, que no acredita un diagnóstico concluyente, por lo tanto, no sirve para realizar viajes, pero sí como una medida de autocontrol.
El procedimiento es sencillo, implica un barrido en ambas fosas nasales o recolección de saliva con un hisopo, según lo indique cada producto; la aplicación de un reactivo, y la espera máxima de 30 minutos.
A partir de la resolución del ANMAT el producto, ya usado en algunos nos países europeos, será de venta libre en las farmacias argentinas y son cuatro los laboratorios que tienen permitida su venta Abbott, Roche, Vyam Group y Wiener.
A la espera de medidas a nivel provincial
La nueva fase de la pandemia: la de los autotest, requerirá un estudio y evaluación por parte del Gobierno provincial, ya que cada jurisdicción tiene la autonomía de marcar la metodología de aplicación según la situación epidemiológica particular.
La aprobación del test de autoevaluación implica un nuevo esquema de trabajo para las farmacias que no sólo tendrán la facultad de vender el producto exponiéndose a recibir pacientes posiblemente positivos de COVID, sino que tendrán la obligación de realizar un registro de los positivos en el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud, tarea que antes realizaban únicamente los laboratorios.
El ministro de salud, Oscar Alarcón adelantó a PRIMERA EDICIÓN que se pedirá a las farmacias cumplir una serie de requisitos para comercializar estos productos y que particularmente en Misiones, se solicitará que cada farmacia habilite un trabajador aparte abocado al tema y una fila separada para las personas que buscan el autotest, con la finalidad de preservar la salud de los demás clientes del local.
Por otro lado, se evalúa requerir a cada persona que se acerque a comprar el autotest, una firma con carácter de declaración jurada donde se comprometa formalmente a informar sobre el resultado sea positivo o negativo.
Estas medidas, que aún se están tratando, tienen como objetivo seguir marcando la trazabilidad del virus, es decir, seguir contando con un registro que indique el número de infectados a nivel provincial.
“Nos preocupa la trazabilidad de los autotest”, admitió el funcionario, porque temen que “algunos pacientes positivos no quieran informar para no tener que aislarse”.
Otros temas a tratar por el Gobierno provincial son si las farmacias misioneras comprarán los autotest y si asumirán la responsabilidad de hacer el debido seguimiento de los resultados y la validez estos para el mundo del trabajo.
Miradas a favor y en contra
La aprobación de este autotesteo generó opiniones contrariadas en los profesionales que ya se encuentran involucrados activamente en la pandemia.
La vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos y Químicos de Misiones, Gily Hata manifestó a PRIMERA EDICIÓN que se trata de una alternativa más, en este caso para descongestionar los centros de testeos y para que las personas se puedan aislar con rapidez como es recomendado. Es “algo positivo, una herramienta más para frenar la ola de contagios”, destacó.
En cuanto a los riesgos de exponerse a personas que sospechan padecer COVID, Hata fue contundente y afirmó que las farmacias desde el comienzo de la pandemia están “al pie del cañón”, preparadas para recibir personas positivas de coronavirus.
Por su parte, la presidenta del Colegio de Bioquímicos de Misiones, Liliana Benítez, expresó que están “en desacuerdo y preocupados” porque con el autotest de venta libre se perderán los números de trazabilidad, ya que es muy difícil garantizar que cada persona efectivamente reporte el resultado de su testeo personal.
“Lo más grave será perder los casos positivos, es decir no identificar los casos debido a muestras mal tomadas que arrojan negativo y la persona sigue haciendo su vida normal”, explicó Benítez.
Por otro lado, mencionó que el autotest posiblemente no convenga en el factor económico ya que se estima que el precio de este producto rondará aproximadamente los 3.000 pesos, es decir casi lo mismo que cuesta realizarse un test de antígenos en un laboratorio bioquímico, que brinda un resultado que sí tiene carácter de diagnóstico concluyente.
Finalmente, el presidente de la Cámara de Propietarios de Farmacias y Botiquines (CaProFarBo), Alberto Ruiz señaló que de por sí va a regir una normativa, una serie de requisitos y un registro de qué es lo que se vende. “Las farmacias tenemos que ser conscientes de la importancia de hacer el seguimiento, no es solamente una cuestión de vender y no saber qué se hace con ese producto”, aseveró.