El juicio abreviado que no prosperó por el femicidio de Claudia Mariana Dino (28), finalmente se definió en un juicio oral y público. Semanas atrás Daniel Omar Salvayot (21) había firmado en “desacuerdo” la pena a prisión perpetua. Por esta situación el Tribunal se vio imposibilitado de homologar ese acuerdo entre las partes y convocó a debate. Finalmente, el acusado terminó sentenciado con la misma pena que había rechazado.
Los magistrados Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Miguel Orlando Moreira, abrieron la sesión minutos después de las 8.30. Declararon 11 testigos, entre ellos una amiga que intentó defender a Dino y también la madre del acusado.
María Alejandra Tachile (26) amiga íntima de la víctima, relató que ese 15 se septiembre de 2018, ambas regresaban de la iglesia y cada una se fue para su casa. En eso la llamó una vecina que le preguntó que había pasado con Claudia, porque la mamá de Salvayot se había comunicado con ella, diciéndole que su hijo la había matado. María se fue a la casa de Claudia y encontró que su amiga estaba bien, pero su casa tenía la puerta rota y adentro estaba todo revuelto. Quien era la pareja de Tachile en ese momento, se fue hacia allí y se encontró con Salvayot, que tenía un machete e intentó agredirlo.
En la continuidad de sus dichos María señaló que Claudia le sacó el machete a Salvayot y entonces él sacó un cuchillo y empezó a tirar puntazos. María empezó a forcejear con Salvayot, y terminó cayéndose sobre una motocicleta. En ese momento “cuando yo logré levantarme él ya la había hincado en el pecho. La agarró del brazo, no la soltaba, quería seguir matándole”, remarcó.
“Después agarré el cuchillo de la hoja y llegué a sacárselo. Corrí, pedía una ambulancia y que llamen a la policía. Cuando volví corriendo ella ya estaba desvanecida sobre el tejido del vecino”. Entre lágrimas, recordó “le dije Claudia, me escuchás, no te duermas. Cuando llegó la policía ya era tarde”.
“Siempre estaba golpeado”
Viviana Lorena Falcon (36). madre del imputado, relató que esa noche su hijo lo había llamado llorando, diciéndole que hubo una pelea y lo habían atacado a piedrazos. La mujer no estaba en la localidad, por lo cual llamó a una vecina para que le contara si había pasado algo. Minutos después que le confirmaran que estaba todo bien, la vuelven a llamar diciéndole que su hijo había matado a Claudia.
Dijo que cuando ella llegó a su casa su hijo no estaba. Alrededor de las 4 le golpeó la ventana y lo hizo entrar. En ese punto alguien ya le había avisado que Claudia estaba en el hospital. “Estaba viva, la iban a operar. Mi hijo estaba raro, no quería decirme nada. Le dije que hiciera las cosas bien y se fuera a la policía. Pero se fue a dormir”.
Mencionó que Daniel “siempre estaba golpeado. Cuando iban a la cancha y él se ponía a hablar con la vecina, ella le agarraba y le reventaba la cara a sopapos. Ella nunca me dijo que mi hijo la hubiera golpeado”, subrayó.
“Puntazo en la oscuridad”
El acusado se negó a declarar y solamente se leyó lo que él había mencionado cuando se instruía la causa. Reconoció que esa noche salió fuera de la vivienda munido con un cuchillo. En el patio se dirigió hacia el baño y en el camino encontró el machete y lo puso arriba de una heladera. Luego pegó unos gritos “por gritar nomás” y en eso llegó el marido de la amiga de Claudia.
Discutió con él y este le quiso dar un machetazo. Después llegó la esposa, él tiró un puntazo en la oscuridad y ella le quitó el arma blanca. Luego oyó el grito de Claudia que decía “me hincaron”.
“Me pidió que llamara a la policía. Llegaron los vecinos, me querían pegar, Agarré la moto, fui a la casa de mis viejos”.
Alegatos
La fiscal Estela Salguero solicitó la pena de prisión perpetua por el delito de “homicidio doblemente agravado por la relación de pareja y por mediar violencia de género”. Indicó que no había dudas que eran pareja, porque hacía años que vivían juntos, conformándose así el agravante.
Por su parte, Matías Uriel Olivera, defensor de Salvayot, dijo que efectivamente el joven tiró una puñalada en la oscuridad y así como le dio a Claudia podía haberle acertado a Tachile o a su esposo. Sostuvo que si la quería matar a Claudia no lo hubiera hecho ante la gente. Pidió que se descartara la figura de violencia de género. Claudia “nunca lo denunció”.
No pidió la absolución, sino que se lo condene por “homicidio simple” excluyendo los agravantes. Respecto al margen de pena de ese delito, de 8 a 25 años, no pidió el mínimo, sino 20 años de prisión.