La fábrica de casas de madera alojada en el Parque Industrial de Posadas atraviesa uno de sus momentos más difíciles, a raíz de la falta de encargos para movilizar la producción.
Se llegó a rumorear con la clausura -al menos temporaria- de la planta, pero el presidente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones (APICOFOM), Guillermo Fachinello, aclaró este miércoles que “nuestro espíritu no es cerrar la fábrica; lo que sí, no tenemos más contratos”, así que “en el peor de los casos vamos a trabajar menos horas”.
“Seguimos gestionando a ver si podemos agilizar algunas licitaciones que tenemos a nivel nacional y provincial para seguir trabajando. Ahora estamos terminando algunas viviendas del IPRODHA (Instituto Provincial del Desarrollo Habitacional), pero se nos están terminando y las licitaciones nacionales vienen muy retrasadas, no sabemos si por falta de fondos o por la burocracia tan grande que existe“, planteó.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Fachinello recordó que “somos siete u ocho empresas las que estamos aportando a esta fábrica (porque) creímos que íbamos a tener otro contexto del país“.
Aclaró que la situación no se debe al COVID-19, ya que “hemos trabajado mucho en pandemia”, sino que “lo que se lleva todo es la inflación: nosotros creíamos que podríamos financiar, trabajar con algunos bancos privados, pero el que compra una vivienda necesita varios años de plazo y a estas tasas de interés y con la inflación que tenemos es muy complicado“.
Paralelamente -denunció- “el Estado nacional no ha cumplido sus promesas”, en referencia al 10% de viviendas de madera que había prometido comprar, de forma que “todo lo producido se queda en la Mesopotamia: Corrientes, Misiones y Entre Ríos. Así que seguimos esperando una señal del Gobierno“.
En este marco, desde APICOFOM reclaman “una decisión política para que podamos trabajar todos en el sector de la forestoindustria, que es el vivero de toda la cadena de producción y también podemos llegar a exportar, aunque es difícil abrir mercados nuevos con una inflación en dólares como tenemos nosotros”, lamentó Fachinello.
Entretanto, y hasta que mejore la situación o reciban respuestas políticas, “tenemos 10-15 días de trabajo con las viviendas que nos quedan del IPRODHA y después tenemos pensado ir estoqueándonos de módulos, que son las partes más básicas de una casa, hasta tanto conseguir algún pedido”.
“Tenemos que cuidar a nuestra gente, que nos costó mucho capacitarla, y nuestro capital, porque incorporamos mucha maquinaria y tecnología”, remarcó.
La planta instalada en el Parque Industrial de Posadas cuenta actualmente con 25 trabajadores, pero indirectamente involucra a varias fabricas de aberturas y otros sectores de la construcción (por ejemplo hormigoneras).
Para funcionar con rentabilidad, se necesita “un mínimo de 100 casas, aunque hay capacidad para muchas más; y hasta ahora nos veníamos manteniendo con 80“, precisó Fachinello.