Los efectos de la crisis económica, las ventas en caída y el incremento de los costos, entre otros factores, derivan en la escasa rentabilidad que alcanzan las carnicerías en la provincia, motivo por el cual se declaran en una “situación de crisis absoluta”.
Consultado por PRIMERA EDICIÓN sobre el nivel de rentabilidad que puede obtener una carnicería dentro del complejo contexto, el empresario de la carne en Misiones, Abel Motte, apuntó que “en este momento estamos en una situación de crisis absoluta. El negocio hoy está en otros lados. Nosotros tenemos mucha capacidad ociosa, pero nos ajustamos el cinto, gastamos menos y tratamos de producir lo que se pueda”.
“Todos los negocios del país tienen capacidad ociosa y eso hace que se pierda mucha plata. Por capacidad ociosa decimos que sobran empleados y se gasta mucha energía. Tengo capacidad para 120 mil kilos de carne que puedo rotar una vez por semana, pero ahora se está rotando cada 18 días, o sea que estoy teniendo una capacidad ociosa de 11 días y eso me sale mucha luz”, recalcó.
“Ningún negocio es tan próspero como era antes porque el poder adquisitivo de la gente cayó mucho. La capacidad ociosa te va afectando directamente”, manifestó y añadió: “Se atiende menos gente, y al mismo tiempo en la producción se triplicó el costo operativo”.
Precios que crecen
Entre abril de este año e igual mes del 2020, el precio promedio de la carne vacuna en la Ciudad y el Gran Buenos Aires aumentó 65,3%, según el informe mensual del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), que releva carnicerías y supermercados. En tanto que en Misiones, el nivel de suba en 12 meses llega hasta un 70%, según aseguraron empresarios del sector.
Al respecto, Motte señaló que en Misiones el incremento anual del precio de la carne “ronda entre un 55% y hasta un 70% más alto que hace un año”.
Sobre los motivos que empujan a las modificaciones del valor, remarcó que “el presidente de la Nación pide a los empresarios que no suban los precios, pero al mismo tiempo están planteando incrementos salariales en las paritarias que es algo que consideramos justo y necesario, pero a eso se suman los aumentos del gas, en la tarifa de luz, el combustible, y la presión impositiva que tenemos, entre otras cosas”.
“Por todo eso, el empresario no puede absorber las variaciones de los costos sin mover los precios al consumidor, es ilógico pensar eso”, justificó y agregó: “Va a seguir subiendo el precio siempre y cuando se siga consumiendo. Es el mercado más transparente que existe, la Argentina consume animales no más de 400 kilos, si se pasa de ese kilaje baja el precio. Por otro lado, el frigorífico paga en relación al precio que puede vender. Por eso, el precio en la carne la pone el mercado que la consume”.
Además, en relación a la decisión del Gobierno nacional que prohíbe vender la media res y marca que la salida de carnes destinadas a comercio minorista, sólo podrá ser en trozos cuyos pesos individuales no superen los 32 kilogramos, Motte expresó: “Estamos todos de acuerdo que una persona no debe cargar en doble de su peso en la espalda, no debe cargar más de 32 kilos, pero que no diga el Gobierno que eso hará que bajen los precios o que se va a transparentar el mercado, porque eso es totalmente mentira y no tienen la más mínima idea de lo que están diciendo”.
“No es lo mismo descargar en un negocio, un trozo de 120 kilos que hacer cuatro viajes descargando con 30 kilos. El viaje tiene el mismo costo y por eso aumenta”, consideró.
Consumo más bajo en 100 años
Los integrantes de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) denunciaron que el Gobierno pretende ocultar el consumo de abril pasado que fue el menor de los últimos 100 años, en 45,2 kilos por habitante por año, tal como publicara PRIMERA EDICIÓN.
“Las autoridades de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario han decidido repetir el método llevado a cabo por el secretario de Comercio Interior, es decir no publicar los datos de faena que, hasta el mes pasado, salían regularmente en los primeros tres días del mes. Vemos que se repite la política de desinformación y de pensamiento ilusorio de aquellos años, como si realmente publicar o no un dato pudiera modificar la realidad”, dijeron desde Ciccra.
Para Miguel Schiariti, director de CICCRA “como la faena (según nuestra encuesta y relevamiento de datos de las faenas de establecimientos testigos) ha sido 4,9% inferior a la faena de marzo y 18,5% menor a la de abril de 2020, da toda la sensación de que están queriendo ocultar el hecho de que en abril el consumo “per cápita”, por ejemplo, fue el menor de los últimos 100 años (45,2 kg/hab/año equivalentes).
Sobre este nivel de demanda, Motte comentó que en la provincia “el nivel de consumo de los clientes es bastante bajo, pero nos estamos sosteniendo, por ahora la empresa funciona. Se nota la falta de dinero en la gente porque se perdió mucho poder adquisitivo”.
Sin embargo aclaró que “lo caro es sinónimo de abuso, es cuando se vende a un precio que no tiene relación justa vinculada al precio de producción. Pero la carne no es cara, en realidad está fuera del alcance porque el costo de producción es el que vale. Ahí influye la caída del poder adquisitivo que afecta a todos”.