Con el inicio de la flexibilización de actividades en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de COVID-19, los operadores y guías de turismo de naturaleza y de aventura se capacitan no sólo con protocolos, sino también a través de un manual de procedimiento operativo. Es que el “resilience trip” se proyecta como una de las alternativas más factibles de concretar en el corto plazo.
El ecoturismo y el turismo de aventura “serán los primeros en reactivarse, así lo dice la gran mayoría de estudios hechos en todo el mundo. A una escala muy local, serán los primeros en movilizarse”, estimó el profesor Sergio Balatorre, con una amplia trayectoria en este tipo de actividades en contacto con la naturaleza.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Balatorre contó que “la Asociación Argentina de Ecoturismo y Turismo Aventura (AAETAV) desde el inicio de la pandemia avanzó en estrategias para que el sector naturaleza y aventura pueda regresar de la mejor manera en cuanto a la calidad y seguridad. Hace pocos días han socializado dos manuales de buenas prácticas, uno para operadoras y otro para guías especializados en turismo aventura y de naturaleza”.
“El trabajo es producto de profesionales de la asociación y externos y de prestigiosos operadores privados del sector. No solamente presentaron un protocolo en sí, sino metodologías de trabajo para readecuar los lineamientos a las diferentes coyunturas. Resaltan la importancia de la articulación público-privada para mantener los estándares de calidad, así como los sistemas de certificación y formalización del sector, tanto para guías como para prestadores”, agregó.
Balatorre remarcó que “Misiones ofrece múltiples ventajas por su geografía y la oferta de naturaleza y aventura.
En cuanto a la formalización del sector, se está gestionando ante la asociación para generar un plan de trabajo tendiente a la formalización y certificación de prestadores, por lo que queda tarea por hacer, además de brindar capacitaciones virtuales al sector durante el aislamiento social y post. Lo importante es que estos lineamientos están disponibles para ajustar la oferta de productos y servicios teniendo en cuenta un panorama totalmente nuevo en estas áreas de turismo”.
Demanda en crecimiento
El profesor de educación física Balatorre también explicó que “antes de esta pandemia la demanda que teníamos era principalmente de personas de todo el Nordeste, de entre 25 y 60 años, y todos los eventos eran masivos. Ese panorama cambiará porque, a partir de que vuelva la actividad, las salidas tendrán que ser más escuetas, con menor cantidad de gente y con otra rentabilidad”.
Para el especialista, de esta manera “se ganará en la calidad de la experiencia porque lo que se trata de vender es precisamente la experiencia en la selva, en una aldea, en un río y en ese sentido, cuando menos gente hay, la experiencia generalmente es mejor”.
Experiencia incalculable
El “resilience trip” es una oferta de salidas para disfrutar de la naturaleza y la aventura que se planifican con antelación. “Son salidas para hacer kayak, trekking o simplemente sumergirse en lugares mágicos de la selva misionera, de manera de volver de a poco a lo natural, a lo esencial e ir fortaleciéndonos luego de esta crisis que nos ha hecho replantearnos costumbres y hábitos”, dijo Balatorre.
Además, apuntó que “es necesario estar preparados, capacitados y adecuados a este nuevo panorama mundial. Junto a quienes conforman mi grupo de trabajo, tomamos un curso de ‘Manejo de patógenos contagiados por el aire y por la sangre’, capacitándonos más allá de los protocolos de la Asociación Argentina de Ecoturismo y Turismo Aventura”.
Para cuando la Provincia autorice el regreso de las actividades, las salidas serán con epicentro en Posadas y después más lejos, en sitios de Candelaria, luego en el Moconá, en la zona de El Soberbio, y finalmente más al norte, en Yabotí y Andresito.