Las pequeñas y medianas empresas fabricantes de biodiésel en la Argentina, nucleadas en una cámara bajo las siglas de CEPREB, recibieron un duro golpe luego de la devaluación pos PASO, del que todavía no se pueden recuperar. Es que el precio de su producto no acompañó la devaluación y hoy se les hace inviable producir.
Las PyME del biodiésel son 26 plantas en todo el país, que brindan trabajo directo e indirecto en muchos pueblos del interior. Por ello solicitan acompañamiento y soluciones para no terminar desapareciendo.
Según remarcaron, el Gobierno actual ha dejado desamparadas a las pequeñas y medianas empresas que carecen de poder de negociación ante las grandes petroleras. Por este motivo, Abad denunció que a ese sector se le dio el aval tanto para que puedan importar biodiésel de otros lugares y hasta que puedan incumplir el corte obligatorio en el gasoil con 10% de biodiesel.
“El corte no se está cumpliendo y el precio para nosotros sigue planchado”, cuestionó Abad.
“Necesitamos que el Gobierno haga cumplir la Ley y que las petroleras compren nuestro biodiésel. Porque hoy las plantas están paradas en un 95%”, completó el presidente de CEPREB.