Un delito que se esconde a plena vista. Esa es una de las conclusiones que se desprenden al analizar la “letra chica” de la lucha contra la trata de personas en Argentina. En este conexto, Misiones -a menudo señalada como una “zona caliente” para la trata de personas por su 90% de frontera internacional- llevó al Senado de la Nación una visión completamente distinta: la de un territorio que, si bien es consciente de su vulnerabilidad geográfica, es vanguardia en la lucha contra las nuevas modalidades de este delito, especialmente las que operan en el ciberespacio.

La presentación tuvo lugar en el marco del encuentro internacional “Unidos contra la Trata – Recomendaciones Post Cumbre Mundial Madrid, 2025”, donde Yanina Boschmann, coordinadora de Prevención, Protección y Asistencia a Víctimas y Testigos de trata y tráfico de personas de la Vicegobernación, detalló el trabajo provincial.
“Muchas veces el mundo cree que Misiones es un lugar peligroso, pero los misioneros no nos sentimos así. Vivimos tranquilos, nuestros hijos juegan en la calle”, afirmó Boschmann este miércoles, en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, desafiando la imagen construida en torno a la triple frontera y sus 36 pasos fronterizos habilitados. “Sabemos de la problemática y de la vulnerabilidad, pero esa no es la realidad cotidiana que vivimos”.
El giro digital: del rescate físico al cibercrimen
Uno de los ejes centrales de la exposición fue la dramática transformación del delito de trata tras la pandemia. Según la funcionaria, los rescates de mujeres misioneras en prostíbulos de otras provincias, una constante hace una década, han disminuido en las estadísticas. Sin embargo, esto no significa que el problema haya desaparecido.
“Creemos que se virtualizó”, explicó Boschmann. “Hoy, el negocio de las redes de explotación está en la compraventa de material sexual a través de internet”. Esta nueva realidad exige un rediseño completo de las estrategias de persecución y protección.
La captación, que antes se asociaba a engaños físicos, ahora ocurre a través de plataformas digitales. Los videojuegos con chats habilitados son una puerta de entrada para los niños, mientras que TikTok e Instagram son los canales predilectos para abordar a adolescentes y adultos. “El lobo hoy está en el celular”, metaforizó Boschmann, aludiendo a cómo los tratantes construyen falsas relaciones de confianza para manipular a sus víctimas y mencionó como ejemplo al Roblox.
“Los niños, niñas y adolescentes utilizan mucho los videojuegos que también son, de alguna manera, una red social, porque habilitan chat”, explicó. Es en esos espacios, percibidos como seguros y lúdicos, donde los captadores operan. Construyen vínculos de confianza, se hacen pasar por pares y manipulan a los menores para obtener fotos, videos o incluso coordinar encuentros.
El peligro radica en que la captación ocurre dentro del hogar, a través del dispositivo que los propios padres entregan. La prevención ya no pasa por mirar hacia la calle, sino por supervisar y educar sobre los riesgos de la interacción digital anónima.
Este cambio de escenario obliga a que la investigación de la trata esté indisolublemente ligada a la de los ciberdelitos y el lavado de activos, ya que las redes transnacionales organizan toda su logística y mueven el dinero a través del mundo virtual.

Cuando la estadística cero es la peor señal
“No tenemos casos”. Esta frase, según Boschmann, puede ser uno de los indicadores más alarmantes. La funcionaria fue contundente al recordar la situación previa al caso que conmocionó al país: “No tenemos casos, dijo Corrientes cuando pasó lo de Loan. Estadística cero”.
Este fenómeno, lejos de indicar la ausencia del delito, a menudo revela una profunda falla en el sistema de detección, denuncia o investigación.
La desaparición del niño correntino actuó como un catalizador que forzó a las instituciones y a la sociedad a confrontar una realidad que, sin un hecho de alto impacto, podría haber permanecido latente en los registros oficiales. La lección es clara: la ausencia de denuncias no equivale a la ausencia de trata, y la proactividad del Estado es fundamental para desmantelar redes que operan en silencio.
Misiones, un paso adelante en legislación y acción
Para combatir un delito transnacional, la formación de quienes custodian las fronteras es crucial. En este complejo contexto, Misiones se posiciona como una provincia pionera. Boschmann destacó que mientras otras jurisdicciones aún dependen exclusivamente de las fuerzas federales, Misiones cuenta con una estructura propia y especializada que colabora activamente con la justicia federal.
Los hitos que marcan esta diferencia son claros:
- División de Trata en la Policía: Creada en 2008.
- División de Cibercrimen: En funcionamiento desde 2015.
- Fiscalía Especializada en Ciberdelitos: Establecida por ley el año pasado.
“Que la misma Justicia federal pida constantemente la colaboración de la policía provincial para investigar es una muestra de que estamos un paso al frente”, subrayó la coordinadora.
Cabe recordar que la Nación está por implementar un nuevo protocolo de actuación, programa de capacitación que llegará directamente a los agentes de Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y Migraciones que trabajan en los pasos fronterizos. “¿Por qué es tan importante? Porque nosotros conocemos nuestra provincia acá y las canoas que pasan todo el tiempo, porque es cultural”, señaló, refiriéndose al tránsito constante y familiar entre Misiones y los países vecinos.
Darles herramientas a estos agentes para que puedan identificar indicadores de trata en medio de esa cotidianeidad -una persona que parece asustada, que no habla por sí misma, que tiene su documentación retenida por un tercero- es vital para que la primera línea de defensa del país sea también la más efectiva.
La explotación laboral, el flagelo más denunciado
Si bien el debate se centró en la explotación sexual virtual, Boschmann aclaró que el tipo de trata más denunciado en la provincia sigue siendo la explotación laboral.
“Nos pasa todos los años en épocas de cosechas. Constantemente estamos rescatando misioneros de campos de arándanos en Entre Ríos, de resina en Corrientes o de diversas cosechas en Brasil”, detalló.
El camino de la denuncia: ¿qué pasa cuando se llama al 145?
Mucha gente no denuncia por miedo o por no saber cómo funciona el sistema. Boschmann detalló el recorrido institucional, que es fundamental para entender por qué la denuncia es segura y efectiva.
- La llamada: El ciudadano se comunica con la Línea 145. Es anónima, gratuita y atendida por un equipo especializado que asesora y contiene.
- Intervención federal: Si la situación lo amerita, la denuncia no va a una comisaría local, sino que se judicializa de inmediato. La línea la deriva directamente a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), el organismo del Ministerio Público Fiscal de la Nación especializado en este delito.
- Investigación y rescate: La PROTEX impulsa la investigación en el fuero federal. Un juez y las fuerzas federales de seguridad toman el caso para desbaratar la red y rescatar a la víctima. Toda esta etapa es manejada con la máxima reserva y especialización.
- Asistencia provincial: Recién cuando la víctima ha sido rescatada y el proceso judicial está en marcha, intervienen los organismos ejecutivos provinciales, como el que coordina Boschmann. Su rol es brindar asistencia integral a la víctima: psicológica, social, médica y ayudarla a reconstruir su vida.
Entender este circuito es clave: el denunciante está protegido y la víctima es asistida en cada etapa por el organismo correspondiente, garantizando una intervención coordinada y especializada desde el primer llamado.




