Este viernes por la noche en las inmediaciones del barrio Apepú, sobre la ruta nacional 12, en la localidad de Santo Pipó, dos personas fallecieron tras ser embestidas por un colectivo de larga distancia: Priscila Érika Venegas (22) y el menor Gael Zárate (4). En tanto, una tercera persona, Yamila Venegas (15), hermana de la mujer y tía del menor, peleaba por su vida y murió este domingo.
Estas muertes conmocionaron a los vecinos del barrio Apepú, al igual que el pasado 20 de octubre, cuando Santiago Correa de 36 años, también murió en el mismo lugar cuando se dirigía a pie a su casa en el barrio antes mencionado y fue atropellado por un auto y luego por un micro a la altura del kilómetro 1415, en inmediaciones del puente del arroyo Apepú.
A raíz, de estas trágicas pérdidas en menos de un año, los vecinos del barrio Apepú se movilizarán este lunes a la 10 de la mañana, a través de una caminata que arrancará en la terminal de ómnibus vieja, luego se dirigirán a la Municipalidad de Santo Pipó y a las oficinas de Energía de Misiones (EMSA), para solicitar de forma urgente alumbrado público y mayor seguridad vial en la zona.

Una de las que está motorizando esta caminata es Emilce Correa, hermana menor de Santiago fallecido hace ocho meses atrás y en la misma zona donde ocurrió el último trágico siniestro vial.
“Es lamentable lo que está pasando en un pueblo que está de luto, ya que el barrio Apepú es un barrio olvidado, es una zona urbanizada y en todo el barrio está sobre ruta nacional 12 y tenemos solo tres focos funcionando”, relató con un dejo de tristeza a primeraedicion.com.ar.
Luego, esta joven agregó: “ Yo perdí hace exactamente 8 meses a mi hermano mayor, Santiago Correa, falleció el 20 de octubre, en el mismo trayecto, y en las mismas circunstancias. Es un dolor inexplicable, duele el alma, porque va más allá del corazón”.
En referencia a la caminata, Emilce anticipó: “La caminata la organizamos entre los vecinos para solicitar alumbrado público, señalización y radar en el lugar de forma urgente, para poder evitar que sigan sucediendo accidentes con pérdidas irreparables, como la de estas últimas cuatro personas”.
“Viví muy de cerca lo del viernes, ya que tras el ruido salimos corriendo a ayudar, porque somos todos del barrio… pero mucho no se pudo hacer más que ayudar que el tránsito se detenga, para que no sigan atropellando a las víctimas”, se lamentó Emilce.
Para luego añadir: “Soy enfermera y fui para ayudar, pero era impresionante ver otra vez la misma historia y otra vez con vecinos del barrio”.
“Todo el trayecto que abarca el barrio sobre la ruta nacional 12 no tiene luz, es muy oscuro el lugar de noche, la gente camina con linterna o con las luces de su celulares para llegar al barrio y poder ser vistos por los autos, camionetas, camiones y colectivos que pasan a gran velocidad por la zona”, describió Emilce, que ayer cumplió años y fue el más triste de su vida, ya sin su hermano mayor y una tragedia que tocó de cerca una vez más al barrio Apepú, en Santo Pipó.