¿Qué impacto pueden tener las nuevas medidas económicas en el bolsillo del argentino medio? El economista Gerardo Alonso Schwarz, jefe del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, analizó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones los posibles efectos de los incentivos para blanquear dólares, y subrayó que el objetivo es reactivar el consumo y reconstruir la confianza.
“Me parece que es muy positivo”, sostuvo al comienzo de la entrevist. Desde la macroeconomía, explicó que se generarán incentivos que incrementarán la oferta de dólares, especialmente a partir de julio y agosto, meses con menor ingreso de divisas. Esto será posible si el Congreso aprueba las modificaciones legislativas necesarias, entre ellas las del régimen penal tributario.
Además, detalló que Argentina tiene estacionalidades bien marcadas: “Se ofrecen muchos dólares de marzo a julio-agosto por la cosecha gruesa, pero luego, hacia fin de año, y sobre todo en enero y febrero, aumenta la demanda por vacaciones. Estos dólares que ingresarían ahora permitirán equilibrar el mercado y evitar sustos cambiarios”.
Desde la misma lógica macroeconómica, Alonso Schwarz sostuvo que la medida también generará un incentivo al gasto de los hogares, al consumo y, en menor medida, a la inversión. “Va a haber más gasto y eso fortalecerá la economía”, remarcó.
En cuanto al impacto directo en la vida cotidiana, señaló que durante décadas los argentinos desarrollaron una cultura del ahorro en dólares como forma de protección frente a la inflación. “La primera pregunta que recibimos los economistas es: ‘¿Cuánto va a estar el dólar en tal fecha?’ y la respuesta es: ‘No sé’. Pero más allá de eso, esa preocupación refleja el temor a perder poder adquisitivo”, reflexionó.
A diferencia de otras épocas, ahora se habilita la posibilidad de utilizar esos dólares sin temor a ser detectado por la AFIP. “No estamos hablando del gran narcotraficante ni del fondo especulador, sino de pequeños ahorristas, jubilados, asalariados. Esto incentivará el consumo en bienes como autos, motos, arreglos en la vivienda y pequeñas inversiones. Luego, si el proceso se consolida, la gente se animará más”.
En cuanto al volumen de dólares que podrían ingresar, Alonso Schwarz indicó que se estima que los argentinos tienen entre 200.000 y 500.000 millones de dólares fuera del sistema.
“Las reservas totales del Banco Central están entre 30.000 y 40.000 millones. Es decir, esto representa un 10% de lo que los argentinos tienen guardado. El año pasado, con cosecha récord, se exportaron menos de 80.000 millones. Estamos hablando de montos cinco veces superiores a las exportaciones anuales del país”, subrayó.
Remarcó que, además de su impacto económico, la medida también tiene un valor simbólico: “Siempre esperamos que venga Tesla, Ford o Google a invertir, pero esos inversores preguntan: ‘¿Por qué voy a invertir si los argentinos no confían en su país?’ Esto busca revertir esa lógica”.
“Estamos hablando de un PBI escondido, fuera del sistema, como consecuencia de 50, 60, 70 años de inestabilidad económica y política”, remarcó el economista.
Consultado sobre si están dadas las condiciones para que se recupere la confianza, el economista fue claro: “En economía, como en la vida, si alguien en quien confiabas traiciona esa confianza, no podés volver a confiar automáticamente. Hay que reconstruirla. Estas medidas apuntan a eso. Al principio será tímido. Alguno se animará, y si ve que funciona, otro también. La confianza se destruye en un segundo y puede tardar años en recuperarse”.
Sostuvo que el impacto será progresivo y dependerá también del clima político: “Este es un año electoral. La gente se pregunta si el Gobierno podrá impulsar y aprobar estas leyes. Eso influye en las percepciones y expectativas del pequeño ahorrista. Por eso decimos que esto se construye mes a mes”.
Ante la consulta sobre posibles riesgos de lavado de dinero, señaló que esos riesgos existen, pero que el rol de la AFIP será clave. “Ahora los límites para informar cambiaron. Ya no se informa una extracción de 1.000 pesos, sino saldos mensuales mayores a 50 millones, es decir, menos de 50.000 dólares. Si hablamos de lavado, estamos hablando de millones. Podría haber un ‘micro lavado’, pero eso debe auditarse”.
Finalmente, respecto a las dudas sobre la aceptación de billetes de dólares de distintas series -los llamados “cara chica”, “cara grande”, “verdes”, “azules”- explicó: “El Banco Central había logrado un acuerdo con la Reserva Federal para cambiarlos. En EEUU todos los billetes son válidos, pero en Sudamérica hay muchos falsos, entonces se prefiere el cara grande azul. Veremos si ese acuerdo se renueva. Por ahora, los bancos aceptarían los de mejor calidad”.